El número 17 de la revista Scifiworld destaca, en primer lugar, por publicar este mes dos portadas con los rostros de Daniel Radcliffe y Emma Watson, intérpretes respectivos de Harry Potter y Hermione, con motivo del reciente estreno de la última, aunque todavía no definitiva, entrega de la serie creada por la escritora J.K. Rowling, Harry Potter y el misterio del príncipe; en el mismo número, sus responsables aprovechan la ocasión para repasar lo que ha dado de sí la saga de Hogwarts. También hay artículos dedicados a Poltergeist, a la versión de La isla del Dr. Moreau firmada por John Frankenheimer (yo debo ser de los pocos a los que les gusta) y a la excelente producción fantástica del malogrado cineasta británico Jack Clayton. Mi contribución de este mes, bajo el genérico Terrores reales, pretende ser un repaso a algunas producciones de corte fantástico que de un modo u otro se inspiran en hechos reales o que han sido “vendidas” como tales, tal es el caso del film, de próximo estreno, Exorcismo en Connecticut.
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Me lo tendré que pillar para quitarme el mono que voy a pasar en Agosto sin Imágenes ni el Dirigido por ... , ¡Os dan demasiadas vacaciones!
ResponderEliminarHola, Tomás.
ResponderEliminarQuisiera saber tu opinión (si la has visto) sobre "Up", que tuve la ocasión de ver ayer en 3D Digital. La verdad es que me pareció una excelente película de animación pero no la enésima obra maestra de Pixar. Es más convencional e infantil de lo esperado, aunque el prólogo es uno de los mejores momentos de cine que vayamos a ver este año y que técnicamente si alcanza la categoría de obra maestra (sobre todo con el 3D; imprescindible verla en tal formato).
Un saludo.
Buenos días, Jesús:
ResponderEliminarPues lo cierto es que "Up" sí que me ha parecido un film extraordinario, superior incluso a las excelentes últimas propuestas de Pixar, "Ratatouille" y "Wall-E"; sobre todo, lo que me llamó más la atención es que el contenido cómico y el dramático está aquí muy armonizado y ambos conviven sin entorpecerse. En cuanto a su contenido infantil, obvio, no me molesta, porque me parece una especie de viaje desde el mundo de la Realidad al de la Fantasía, para luego volver al de la Realidad, pero con un pie puesto todavía en la Fantasía. En este sentido, entiendo que cuando se viaja, por así decirlo, al mundo de la Fantasía, una vez allí hay una especie de "todo vale".
Un saludo,
Tomás.