La nueva
película de Terrence Malick, To the Wonder (ídem, 2013), cuyo
comentario firma Aurélien Le Genissel, ocupa la portada del núm. 432 de Dirigido por…, correspondiente al mes de
abril de este año.
Otros films y
reseñas destacados son los del más reciente trabajo de Gus Van Sant, Tierra
prometida (Promised Land, 2012), que escribe Antonio José Navarro,
quien asimismo firma la crítica de la nueva versión de Posesión infernal (Evil Dead)
(Evil Dead, 2013), de Fede Álvarez, un comentario del interesante film The
Messenger (2009), de Oren Moverman, para la sección de cine reciente
inédito en España Fuera de Campo, y
otro de la serie 666 Park Avenue (ídem, 2012- ), para la sección Televisión. Más críticas destacadas:
las de Efectos secundarios (Side Effects, 2013), de Steven Soderbergh,
a cargo de Ángel Sala, y Memorias de un zombie adolescente
(Warm Bodies, 2013), de Jonathan Levine, defendida por Tonio L. Alarcón, quien
también suscribe el comentario, asimismo para la sección de Televisión, de la serie Black
Mirror (2011- ). Por su parte, Quim Casas comenta el muy completo pack de DVD editado por Intermedio y
dedicado a la obra de Pere Portabella dentro de la sección
Flashback; y otro tanto hace Juan
Carlos Vizcaíno Martínez, también para Flashback,
con la reciente edición en DVD de la versión de Wesley Ruggles de Cimarrón
(Cimarron, 1931). A todo ello hay que añadir las secciones de Pantalla Digital, de José María
Latorre, y de Banda Sonora, de Joan
Padrol, así como las Críticas, con
reseñas de otros recientes estrenos.
El estreno de Tierra prometida nos ha dado pie a
incluir un dossier dedicado a Gus Van Sant, y que aborda la totalidad de
su filmografía desde el punto de vista de la división, más aparente que real,
que se da dentro de su cine entre películas independientes y hollywoodienses, o consideradas como
tales en términos generales. Tonio L. Alarcón aborda, en su artículo Letra de cambio, las características del
cine de Van Sant incluido dentro de su parcela más aparentemente comercial,
mientras que Quim Casas se adentra, con su artículo Las variaciones independientes, en el sector de su filmografía
ocupado por su producción más estrictamente minoritaria. Yo firmo el tercer
artículo, ¿Un cine con dos caras?, donde
me planteo la relación entre esas dos tendencias supuestamente irreconciliables
dentro de la carrera de Van Sant: “Desde
este punto de vista, habrá quien considerará, a la luz de experimentos como
“Gerry”, “Elephant”, “Last Days” y “Paranoid Park” que “Todo por un sueño”, “El
indomable Will Hunting”, “Psicosis (Psycho)”, “Descubriendo a Forrester”, “Mi
nombre es Harvey Milk”, “Restless” y quizá también “Tierra prometida” no son
más que acomodaticios giros hacia lo convencional por parte de su realizador,
mientras que, por el contrario, quienes no sean amigos de la vertiente
«experimental» del realizador pueden considerar que sus trabajos
“hollywoodienses” son agradables incursiones en el terreno de un cine, digamos,
«clásico»”.
Es mes publicamos
la segunda y última parte del dossier de cine de terror británico de
los años 60 y 70. Firmo aquí un artículo que, bajo el genérico Otras productoras, se aproxima al fantastique de la nacionalidad y el
período mencionados para hablar de la producción de este género llevada a cabo
por productores y estudios como Robert S. Baker &y Monty Berman,
Anglo-Amalgamated Productions, Compton Films, Herman Cohen Productions, Tigon
British Film Productions, Charlemagne Productions y Tyburn Film Productions
Limited (recordemos que las producciones Amicus fueron abordadas en el número
del mes pasado): “late en todas ellas la
voluntad de recuperar una manera de entender el género fantástico “made in
Britain” que, por un lado, con las producciones Amicus y sus «cuentos de hadas amenazadores»
[Andy Boot dixit], y por otro, las más
agresivas y procaces producciones de Tigon, unidas a la decadencia de la propia
Hammer Films, había sido liquidada hasta su completa extinción, erigiéndose a
su pesar en obras testamentarias en lo que a ese estilo se refería”.
Al igual que el
mes pasado, la segunda parte del dossier
se completa con una docena de antologías, que no son sino una selección de
películas de las mencionadas productoras, firmadas por José María Latorre [La
sangre del vampiro (Blood of the Vampire, 1958), de Henry Cass], Quim
Casas [La carne y el demonio (The Flesh and the Fiends, 1958), de John
Gilling; La maldición del Altar Rojo (Curse of the Crimson Altar, 1968),
de Vernon Sewell)], Ramon Freixas & Joan Bassa [Estudio de terror (A
Study in Terror, 1965), de James Hill; La piel de Satán (Blood on Satan’s
Claw, 1971), de Piers Haggard], Antonio José Navarro [Jack the Ripper (1959),
de Robert S. Baker y Monty Berman; Holocausto radiactivo (Doomwatch,
1972), de Peter Sasdy], Tonio L. Alarcón [Noche infernal (Nothing But the
Night, 1973), de Peter Sasdy; Legend of the Werewolf (1975), de
Freddie Francis], Roberto Alcover Oti [Witchfinder General (1968), de
Michael Reeves; Trog (1970), de Freddie Francis] y David Pizarro [El
deseo y la bestia (The Blood Beast Terror, 1968), de Vernon Sewell].
Dentro de la
sección Críticas, abordo el
comentario de la más bien fallida adaptación de la célebre obra de Jack Kerouac
que el brasileño Walter Salles ha intentado con En el camino (On the
Road, 2012).
Finalmente, y a
modo de coda del mencionado dossier
de cine de terror británico de los 60-70, hablo en la sección Cinema Bis de un pequeño trabajo del
gran Terence Fisher fuera del ámbito de Hammer Films: The Earth Dies Screeming
(1964).
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Hubo una vez en que el cuadro crítico servía de rápido indicador de la estima (o falta de la misma) que los títulos punteros de cada mes despertaban en cada uno de los colaboradores habituales. Hoy no sé si tomármelo en serio. ¿De verdad hay quien prefiere “Dando la nota” o “El callejón” al último Zhang Yimou? ¿Tiene esto algo que ver con la naturaleza de filme “enrollado” del primero en una revista en la que de un tiempo a esta parte predominan los ensayistas “superguays” y con que el segundo viene firmado por un colega de profesión? Supongo que el hecho que NADIE valore “Hermosas criaturas” no es debido a otro error de maquetación sino a que es tan excelsa que no se encuentran calificativos (ni numeritos) que la califiquen.
ResponderEliminarSi a esto sumamos que unas pocas líneas más arriba Diego Salgado, uno de los críticos actuales que mejor domina el lenguaje, se deja ir juzgando a “G.I Joe” como “la mejor realización de Stephen Sommers (…) Gracias a su conciencia preclara de que lo importante en este tipo de propuestas es la sinergia desprejuiciada entre formas coloristas, un montaje impetuoso y el planteamiento dionisiaco del relato, un producto manufacturado de acuerdo a variables de orden industrial y empresarial devenía un espectáculo pulp, intemporal, capaz de conjurar el espíritu de la infancia”, mientras su comentario viene acompañado de la ficha de … ¡Posesión Infernal!, uno no puede más que llegar a la conclusión no ya que la infancia acompañada de Jules Verne o Robert Louis Stevenson forma parte de unos tiempos idos para siempre sino que Dirigido por… se ha convertido en la primera revista humorístico-cinematográfica en el mercado. Todo sea para animar al respetable.
Saludo y cine.
Ricky.
Buenos días, Ricky:
ResponderEliminarEn fin, está muy claro que errar es humano, y perdonar, divino. Y si te parece mal que los colaboradores expresen libremente su opinión en el Cuadro Crítico (en el cual, cierto, se ha "colado", y ha quedado en blanco, la hilera dedicada a "Hermosas criaturas": lo normal es que se hubiese suprimido); que Diego Salgado afirme lo que le dé la gana sobre "G.I. Joe" porque a quienes hacemos la revista no nos va nada censurar los gustos y preferencias de cada cual; que se haya repetido la ficha de "Posesión infernal"; y que todo esto te lleve a valorar de esa manera el conjunto de una revista donde además se habla de Terrence Malick, Gus Van Sant, el cine de terror británico de los años 60-70, Pere Portabella, etc., etc.; todo esto, como digo, me parece asimismo muy respetable de tu parte, pero con franqueza, muy poco ecuánime y en absoluto equitativo.
Saludos.
Buenas noches, Tomás.
ResponderEliminarNo creo haber mencionado la palabra “censura” en ningún momento. Es más, me parece una práctica tan detestable como extendida en esta y otras profesiones. De hecho, considero a Diego Salgado una de las voces más interesantes de la revista y uno de los pocos ensayistas que colaboran en ella capaz de dotar sus escritos de una calidad literaria que, con franqueza, tan solo parece al alcance de Navarro, Latorre y tal vez algún otro. De ahí mi perplejidad ante la apasionada reivindicación de una cosa como “G.I. Joe”, que más que conjurar el espíritu de la infancia nos recordaba la estulticia y el mal gusto de buena parte del cine aventurero - comercial que llega a nuestras pantallas, el cual, más que dirigido a niños (en edad o en espíritu), parece preparado para ser degustado por lelos. Y es que no creo que aventura e infancia deban estar reñidas necesariamente con el buen gusto, como bien han demostrado a lo largo de la historia un montón de estos títulos a los que tanto os gusta dedicarles “dossiers”. Entenderás, pues, que me resultara cuanto menos gracioso que el comentario viniese acompañado nada menos que de la ficha de “Posesión infernal”, como dándonos pistas sobre los motivos que han llevado al señor Salgado a descolgarse defendiendo entusiásticamente un producto tan deficiente.
Por otro lado, se comprenderá que tras una larga jornada laboral completa y teniendo en cuenta que la revista apareció ayer mismo si no voy equivocado, todavía no haya tenido tiempo de adentrarme en Terrence Malick, Gus Van Sant, Pere Portabella y el cine de terror británico de los 60 – 70, aunque en este último sí que he tenido la ocasión de ojear algo acerca de ciertas “perversas solteronas” que demuestra que no solo los lectores nos tomamos a guasa ciertos contenidos.
Salud y cine.
Ricky.
Buenos días, Ricky:
ResponderEliminarSi es así, te pido disculpas: no supe captar tu ironía, y me pareció otra cosa. Evidentemente, cuando salen "gazapos", suelen ser divertidos, y en esta vida más vale hacer reír que hacer llorar.
Me alegro, también, de que en tu comentario sobre Diego Salgado no hubiera la intención censora que yo deduje, asimismo, equivocadamente. Lo digo porque no es la primera vez que las opiniones de Salgado levantan ampollas, y creía que me hallaba ante otro-perseguidor-de-Diego, que no te creas, los ha habido, aunque creo que es él quien debería hablar de ello si quiere. Me alegro, pues, de estar equivocado.
Tampoco interpreté que todavía no habías visto el resto del contenido del número, con lo cual mi malentendido fue total, pero ya está felizmente aclarado. Desde luego que hay cosas sobre las que vale la pena ironizar, como por ejemplo mi comentario sobre el título español de "Las perversas solteronas", pues lo cortés no está reñido con lo valiente.
Un saludo cordial.
Voy a intentar ser sincero sin ánimo de ofender a nadie. De "Dirigido por", desde hace unos años, no soporto la apuesta por la aceptación de casi todo lo nuevo por una nueva generación de críticos que pueden tener el gusto que quieran, pero que no explican, no dan motivos mínimamente coherentes o atractivos en sus críticas que hagan sus reseñas sólidas y apetezca comprar la revista.
EliminarCuando se dice "la mejor realización de Stephen Sommers" supongo que se asume que Sommers es el responsable de la película: en un Hollywood en el que hoy en día casi ningún director tiene el "director's cut", es un poco ridículo que se siga hablando de algunos realizadores como si tuvieran algún poder de decisión sobre las películas. Como mucho, Sommers ha dirigido un poco el tráfico: él no decide el cásting, él no puede hacer cambios en el guión (al menos sin consultar antes con un montón de ejecutivos), él no puede decidir los colorines de su película... incluso no puede decidir los tipos de plano (los storyboards suelen estar hechos antes de que llegue el director a la producción). Una cosa es que haya diferencias de opinión entre los miembros de la revista y otra que se pierda la rigurosidad con la que, en general, se escribía en la revista. Claro que es sólo una opinión.
Saludos,
Guille
Buenos días Tomás:
ResponderEliminarFui de los que criticaron la revista el mes pasado por el dossier, he de reconocer que leyendo esta segunda parte entiendo que muchos de mis reproches eran erróneos a la luz de la lectura del reciente número, aún observo cuestiones discutibles (a mí parecer) como el hecho de no incluir una crítica de The Wicker man (considerada por la crítica inglesa, un poco exageradamente todo hay que decirlo, como la obra maestra del cine británico de los 70, pero no es por este motivo por el que se debería haber incluida dicha crítica sino sobre todo es que JAMÁS se ha publicado nada sobre dicha obra en la revista en toda su historia mientras que sí se ha publicado recientemente sobre las notables Jack, The Ripper o The Flesh and the Fiends o porque aunque irregular y discutible, la obra de Hardy es bastante mejor que la películas de las Amicus comentadas en el número anterior) o El fotógrafo del pánico que tampoco se ha prodigado mucho en la revista siendo una indiscutible obra maestra a la altura de las mejores de Fisher. En cualquier caso esta segunda parte del estudio me ha parecido excelente (incluso o sobre todo por en el hecho de incluir obras menores pero poco conocidas y estudiadas como las de Vernon Sewell o la del fascinante Michael Reeves a la que se lo podría haber añadido otra de sus obras, Los brujos o la coproducción La sorella di Satan) y el número en general MUY RECOMENDABLE. Errores de maquetación aparte, error muy menor, en mi opinión, y que incluso antiguamente le daba cierto valor y pedigrí a las ediciones de libros o de revistas. Quizá este fuera absurdo entonces pero también lo es censurar la revista por ello.
En cuanto a lo de criticar a uno de los articulistas por defender una determinada película que cierta inteligencia encuentra absurda me ha recordado a cuando se criticaba al maestro (en tantas cosas) Pere Gimferrer porque alababa banalidades (o al menos eso decían los guardianes de supuesto buen gusto) como El tigre de Esnapur de Lang, La emperatriz Yank Kwai Fei de Mizoguchi o Marruecos de Von Sternberg o las películas de Walsh. No quiero decir que este sea el caso, ni por el crítico ni por el lector que lo censura ya que ambos merecen todo mis respeto pero si recuerdo que a veces hay que arriesgarse y comprometerse apostando por obras, que en principio no tienen un gran crédito pero pueden acabar sorprendiéndonos. Repito es necesario ese sentido del riesgo y por supuesto sentido del humor, que tampoco deber ser desterrado tan ceñudamente .
Lo dicho enhorabuena por este número, igual que el mes pasado lo critiqué.
Un saludo
Antonio
Buenos días Tomás.
ResponderEliminar¿Cómo es que se ha vuelto a publicar la misma crítica de "Un amor entre dos mundos" que ya firmó Gerard Casau en el número de febrero?.
Saludos.
Buenos días, Anónimo:
ResponderEliminarCierto. Ha sido una confusión, provocada por los continuos retrasos del anuncio del estreno de este film, que acaba de llegar a nuestros cines. Estamos en racha, vamos...
Saludos cordiales.
Buenos días a todos:
ResponderEliminarGuille: si una opinión es sincera, nunca es ofensiva. Además, estoy de acuerdo contigo en algo que siempre he considerado fundamental: que las opiniones de la crítica de cine valen lo que los argumentos que la respaldan. Se puede defender cualquier cosa, siempre que se haga con buenos argumentos. Puedo comprender que la defensa de las nuevas corrientes del cine por parte de críticos más jóvenes (o no tan jóvenes) la interpretes como falta de rigurosidad, pero, aparte del hecho de que la opinión de un crítico de la revista, o de varios, no es "la" opinión de toda la revista (tan solo hay que echar un vistazo al Cuadro Crítico), de nuevo estamos en las mismas: todo depende de la solidez de los argumentos que sostienen esos pareceres; a ti te parece que sus argumentos no son sólidos, cosa que respeto; también comprendo que cause estupefacción el, digamos, "defender" a Stephen Sommers (cineasta que a mí tampoco me gusta), pero si algo valoro personalmente de este tipo de opiniones, esté o no de acuerdo con ellas (y no hay obligación de estarlo), es que intentan aproximarse al cine actual desde una perspectiva lo más analítica posible; esté o no equivocada, sea o no rigurosa, es ya otra cuestión. ¿Tienen razón ellos y estamos equivocados nosotros, o viceversa? El tiempo lo dirá.
Antonio: lo que le comentaba a Guille enlaza en parte con lo que mencionas respecto al tema de las películas que el tiempo revaloriza tras haber tenido malas recepciones en el momento de su estreno. Recuerdo que cuando entré en la revista había un notable sector de críticos más veteranos (no diré nombres) que estaban radicalmente en contra de David Cronenberg y Tim Burton, por ejemplo, a los que se consideraba como hoy a Stephen Sommers o a Michael Bay. Por otro lado, y centrándonos en el "dossier" de cine de terror británico, desde luego que nada es perfecto, ¡ni mucho menos "Dirigido por..."!, y el hecho de que el "dossier" esté enfocado desde el punto de vista de productoras dejó fuera otros films, como por ejemplo "The Wicker Man", algo de lo que yo he hecho mención al principio de mi artículo. Ha sido más un problema de encaje que una cuestión discriminatoria. Pese a todo, espero que, si este "dossier" tiene buena recepción, quepa la posibilidad de ampliarlo más adelante e incluir tantos títulos como hayan quedado fuera ahora, pues haberlos, haylos.
Saludos cordiales.