Ola de crímenes (Crime Wave, 1954) es un excelente film noir de André De Toth y la enésima demostración del talento de un realizador más conocido, hasta hace poco, por una famosa contribución al cine fantástico que, pese a su interés, no se cuenta entre lo mejor de su carrera –Los crímenes del museo de cera (House of Wax, 1953)–, y que de un tiempo a esta parte ha sido objeto de una justa reivindicación; dentro de la misma, me permito recomendar dos obras maestras: la extraordinaria Combate decisivo (Monkey on My Back, 1957) (1) y el maravilloso western El día de los forajidos (Day of the Outlaw, 1959) (2).
De Ola de crímenes llama la atención, primeramente, el tono verista del relato, de tal manera que, sobre todo las magníficas secuencias centradas en la actividad cotidiana de la policía, y en particular, en las pesquisas que el duro teniente Sims (un como siempre excelente Sterling Hayden) lleva a cabo en torno al atraco de una gasolinera, en el curso del cual –tal y como se visualiza nada más empezar el relato– tres delincuentes, “Doc” Penny (Ted de Corsia) y sus colegas Ben Hastings (Charles Bronson, acreditado como Charles Buchinsky) y Gat Morgan (Nedrick Young), han dejado inconsciente al encargado del establecimiento y asesinado a tiros a un agente de policía que patrullaba en moto y tuvo la desgracia de pasar en ese mismo momento por el lugar de los hechos. Se ha dicho, no sin razón, que las realistas secuencias en la comisaría pueden verse como una herencia de la corriente de verismo que sacudió al cine negro estadounidense entre mediados de los cuarenta y hasta mediados de la década siguiente, y que tendría en títulos como La casa de la calle 92 (The House on 92nd Street, 1945), de Henry Hathaway, o La ciudad desnuda (Naked City, 1948), de Jules Dassin, las piedras angulares de un determinado estilo visual de aires “documentales”. Ola de crímenes transmite, en este sentido, una autenticidad pocas veces vista en el film noir estadounidense de esta época. Pero, más allá de esta referencia más o menos general a una corriente estética característica del género en el período mencionado, lo que llama la atención en el caso concreto de esta estupenda película de André De Toth es el hecho de que esas escenas realistas contrastan, de forma llamativa, con aquellas que se centran en el resto de los personajes. De este modo, tanto la primera (y excelente) secuencia del atraco a la gasolinera, como las posteriores escenas, no menos atractivas, que transcurren en el apartamento de Steve Lacey (Gene Nelson) y su esposa Ellen (Phyllis Kirk), tienen un aire más funcional y mucho menos “documental”.
De Toth utiliza magníficamente el contraste estético entre todo lo relacionado con el teniente Sims y, por así decirlo, “su mundo” –la comisaría, los interrogatorios a los detenidos, el papeleo…–, y el drama particular que sufre Steve, un exdelincuente que tras una condena en prisión recién cumplida tan solo ansía vivir en paz con su mujer, pero no lo consigue por culpa de sus tres antiguos compinches de fechorías, que no son sino los autores del atraco a la gasolinera y del asesinato del agente de policía de la primera secuencia: primero Morgan (el cual, malherido por el agente motorizado, busca refugio en el apartamento que Steve comparte con su mujer Ellen), y luego “Doc” y Ben (quienes no solo hacen lo mismo, obligar a Steve a esconderles temporalmente en su hogar y en nombre de su “vieja amistad”, sino que además pretenden forzarle a que les ayude en un nuevo “golpe”). Ese contraste estético está en consonancia con el carácter de los personajes, entre los cuales surge, con fuerza inusitada, el del teniente Sims: un oficial de policía cansado, amargado, frustrado por la crime wave que asola la ciudad y ante la cual se revela impotente, y que, por si fuera poco, va notando cómo ello repercute en su vida personal y su actitud hacia los demás; no puede fumar, por prescripción facultativa, e intenta compensar su falta de tabaco mordisqueando mondadientes todo el día: un signo visual que le identifica como alguien que no puede hacer lo que quiere y que, quizá por eso mismo, tampoco deja hacer lo que quieren a los demás; tan solo hay que ver cómo presiona a Steve cada vez que le interroga, convencido de que su intención de rehabilitarse y ser un ciudadano normal y corriente es falsa y de que está a punto de caer de nuevo en la delincuencia. En este sentido, no cuesta demasiado ver en el teniente Sims de Ola de crímenes tanto un tipo de personaje de agente de la ley parecido a otros encarnados por el propio Sterling Hayden –por ejemplo, en La última coartada (Naked Alibi, 1954), de Jerry Hopper, un interesante thriller rodado el mismo año que Ola de crímenes–, como un precedente lejano en el tiempo, pero cercano en espíritu, al frustrado y expeditivo Harry Callahan creado por Don Siegel y Clint Eastwood.
Por el contrario, las escenas que relacionan a Steve con sus antiguos “amigos” del hampa guardan un aire más funcional, más “teatral”, a tono con el carácter falso y artificial de la incómoda situación de tregua que el personaje se ve obligado a mantener con aquéllos, so pena de ver peligrar la vida de su esposa y la suya propia. Ello explica que el clímax nocturno de Ola de crímenes (asimismo, ejemplar) recupere las luces y las sombras del cine negro más clásico, y que de semejante contexto surjan personajes en el límite de lo grotesco, tal es el caso del histriónico mafioso Johnny Haslett (Timothy Carey). De este modo, puede verse Ola de crímenes como un (simbólico) puente entre ese cine negro “clásico” y la corriente de realismo que estaba impregnando al género en el momento de su realización; o, dicho de otra manera, como un anuncio del proceso de transformación del policíaco estadounidense, que iba dejando atrás la poderosa estética glamurosa del pasado para dejar paso a cierto “realismo sucio”, como sucio y desaliñado es, en última instancia, el teniente Sims, el personaje que al final terminará impartiendo su propio y personal sentido de la justicia sobre el resto de personajes.
(1) https://elcineseguntfv.blogspot.com/2020/04/la-vida-de-un-hombre-combate-decisivo.html
(2) https://elcineseguntfv.blogspot.com/2023/05/almas-de-hielo-el-dia-de-los-forajidos.html
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