Amazonas en la Luna (Amazon Women on the Moon, 1987), comedia de sketchs
coproducida por John Landis y Robert K. Weiss –directores, asimismo, de varios
de los episodios que la componen junto con Joe Dante, Carl Gottlieb y Peter
Horton–, y distribuida por Universal, arrastra una triste historia tras de sí
que contrasta dramáticamente con sus divertidos resultados en pantalla. Rodada
en 1985 y terminada en 1986, no se estrenó en los Estados Unidos hasta el 18 de
septiembre de 1987 como consecuencia, se afirma, de la mala reputación que
arrastraba Landis en aquel momento por culpa del proceso judicial en el cual se
vio implicado como responsable de la muerte del actor Vic Morrow durante el
rodaje de uno de sus episodios para otra película de sketchs, su
coproducción con Steven Spielberg En los límites de la realidad (The
Twilight Zone: The Movie, 1983), basada a su vez en la famosa serie de
televisión de Rod Serling Dimensión desconocida (The Twilight Zone, 1959-1964).
Sea como fuere, y vista a ojos de hoy, Amazonas en la Luna es una
simpática rareza muy representativa de la comedia cinematográfica
norteamericana del momento, la cual se encontraba –a grandes rasgos– en un
período de transición entre la spoof comedy, o comedia paródica de otras
películas puesta de moda por Mel Brooks y el equipo ZAZ –Jerry Zucker, Jim
Abrahams y David Zucker, firmantes de la, en este sentido, fundamental Aterriza
como puedas (Airplane!, 1980)–, el formato de comedia juvenil implantado
por el propio Landis con su taquillera –y muy mediocre...– Desmadre a la
americana (National Lampoon’s Animal House, 1978), y la pujanza de los
humoristas surgidos en no poca medida del célebre show televisivo Saturday
Night Live. Amazonas en la Luna bebe de estas variantes genéricas,
erigiéndose en una especie de comedia cinéfila que llama la atención por la
brevedad de los episodios que la componen: los más largos rondan los 5 minutos,
dejando aparte el sketch que da título al film, «Amazon Women on the
Moon», dirigido por Weiss y fragmentado a su vez en varias partes como
consecuencia de unas hipotéticas interrupciones para la publicidad, y que
parodia la ciencia ficción norteamericana de los años 50 en general y Cat-Women
of the Moon (Arthur Hilton, 1953) en particular. Joe Dante es quien sale
más airoso con algunos de los mejores episodios –el monstruo del Lago Ness
convertido en Jack el Destripador (sic), los críticos de cine que juzgan la
vida de un telespectador, el funeral de este último convertido en una reunión
de cómicos, la parodia del «cine higiénico» a cargo de Carrie Fisher y Paul
Bartel–, seguido de Landis –el sketch inicial con Arsenio Hall a base de
tortazos encadenados, la seductora cinta de VHS personalizada para un
solterón–, aunque la estética blanquinegra de la parodia (otra) «Son of the
Invisible Man», de Gottlieb, resulta llamativa.
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Qué buen crítico, pero qué blog más feo y malo para navegar y leer.
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