
El núm. 419 de
Dirigido por… propone este mes un muy variado contenido que, esperemos, contente a los aficionados al cine más jóvenes y a los del así llamado “cine de siempre” a partes iguales. Acapara la portada
La mujer de negro (The Woman in Black, 2011), que ha realizado el interesante James Watkins, y de cuyo comentario se ocupa Roberto Alcover Oti. Los otros titulares de portada se reparten entre
La invención de Hugo (Hugo, 2011), de
Martin Scorsese, y un avance de un film que se estrenará próximamente,
Los idus de marzo (The Ides of March, 2011), que como es bien sabido dirige y protagoniza
George Clooney, Scorsese y Clooney son objeto de sendas
entrevistas, a cargo de

Gabriel Lerman, y los análisis de sus respectivas películas corren a cargo de Antonio José Navarro, quien también firma la crítica de otro film destacado,
Martha Marcy May Marlene (ídem, 2011), de Sean Durkin, y de una interesante película moderna e inédita,
Lebanon (2009), de Samuel Maoz, dentro de la sección
Fuera de Campo. Israel Paredes Badía escribe la reseña de otro título destacado en portada,
Caballo de batalla (War Horse, 2011), de Steven Spielberg, además de firmar un texto que glosa la vida y la obra del gran director artístico
Alexandre Trauner en la sección
Paralelismos. Por su parte, Quim Casas aborda el análisis del primer film del reputado Béla Tarr que va a tener estreno comercial en salas españolas,
The Turin Horse (A Torinói ló, 2011), además de firmar, dentro de la sección
En Busca del Cine Perdido, un comentario de la curiosísima versión de
Titanic (1943), de producción alemana, dirigida por Herbert Selpin. Otras dos películas que merecen extensos comentarios aparte son
Moneyball: Rompiendo las reglas (Moneyball, 2011), de Bennett Miller, a cargo de Aurélien Le Genissel, y
Shame (ídem, 2011), de Steve McQueen, que analiza Diego Salgado. El otro film destacado del mes,
Young Adult (ídem, 2011), se analiza dentro de un extenso artículo sobre su realizador,
Jason Reitman, que firma Tonio L. Alarcón, también firmante de una extensa crítica sobre las dos temporadas de la reputada miniserie de televisión
Sherlock (ídem, 2010-). El número se completa con las críticas, de menor extensión, de muchos otros films recientemente estrenados o a punto de hacerlo, además de las clásicas secciones de
Banda Sonora, de Joan Padrol, y de
Pantalla Digital, de José María Latorre.

Otro de los platos fuertes de este número es la primera parte de un
dossier dedicado a
obras maestras del cine mudo, integrado este mes por un artículo introductorio, obra de Antonio José Navarro, y compuesto por diez extensos textos sobre otros tantos títulos de oro del periodo silente, firmados por José María Latorre, Quim Casas, Antonio José Navarro, Tonio L. Alarcón, Rafel Miret, Ricardo Aldarondo, Juan Carlos Vizcaíno Martínez, Ángel Sala y un servidor. Mi contribución a este dossier consiste en un par de textos; el primero de ellos, dedicado a un maravilloso film de Mauritz Stiller:
Gösta Berlings saga (1924), o para entendernos,
La saga de Gösta Berling, según la novela homónima de Selma Lagerlöf: “
No resulta de extrañar, en este sentido, que Mauritz Stiller desarrolle este complejo argumento mediante un estilo que, a juzgar por las referencias, casa perfectamente con ese raro equilibrio entre lo realista y lo fantástico característico de la obra de Lagerlöf”.

El segundo gira en torno a una película no menos extraordinaria:
Alas (Wings, 1927), de William A. Wellman: “
no es tanto una recreación por la vía de lo sentimental de esa Gran Guerra que, por desgracia, no fue la única del siglo XX, como también y por encima de todo un soberbio melodrama que pone el acento en el daño físico y psicológico que provocan las guerras en todos los seres humanos, y más concretamente en la juventud”.

Completo mi contribución al
Dirigido por… de febrero con una crítica de la estimable ópera prima del actor Paddy Considine
Redención (Tyrannosaur, 2011).