[ADVERTENCIA: EN EL PRESENTE TEXTO SE REVELAN DETALLES IMPORTANTES DE LA TRAMA DE ESTA PELÍCULA.] Es de justicia reconocer de entrada que si James Gunn, guionista y director de esta nueva versión, reboot, replanteamiento o como lo quieran llamar de Superman (ídem, 2025), pretendía hacer un film que fuera completamente diferente del a estas alturas mítico Superman (ídem, 1978) de Richard Donner, no hay más remedio que admitir que lo ha conseguido por completo, o casi.
Me detengo en el “casi”: el diseño de la Fortaleza de la Soledad vuelve a lucir el aspecto entre helado y acristalado que vimos en las películas protagonizadas por Christopher Reeve realizadas por Donner, Richard Lester y Sidney J. Furie, y en las posteriores revisiones del mito a cargo de Bryan Singer y Zack Snyder, si bien en esta ocasión se añade una novedad (la Fortaleza puede brotar o enterrarse en el hielo a voluntad) y un homenaje a los viejos cómics (su puerta de acceso recuerda la de esa entrañable Fortaleza que tan solo podía abrirse usando una llave gigante que únicamente podía manejar Superman). Aunque aquí no tiene tanta relevancia como en la versión de Donner, el “plan diabólico” de Lex Luthor (Nicholas Hoult) también vuelve a incluir una especulación inmobiliaria. En una de las secuencias cruciales –y de las más logradas–, Lois Lane (Rachel Brosnahan) entrevista a Superman (David Corenswet), como hacía Margot Kidder con Reeve en la lectura de Donner, dejando aparte de que, en esta ocasión, la entrevista al superhéroe tenga un cariz políticamente más incisivo y un tono más agresivo hacia el entrevistado. También hacen acto de presencia personajes con nombres tomados del film de Donner, por más que no sean exactamente sus equivalentes: un secuaz de Luthor llamado Otis (Terence Rosemore), y sobre todo, la amante del villano, Eve Teschmacher (Sara Sampaio), por la que bebe los vientos el fotógrafo de prensa del Daily Planet Jimmy Olsen (Skyler Gisondo). Por otro lado, el “vuelo romántico” de Superman y Lois en las escenas finales evoca no tanto al de Donner como al de la versión de Singer a cargo de Brandon Routh y Kate Bosworth. Son detalles de escasa importancia y, además, inevitables en el contexto de cine posmoderno, o post-posmoderno, en el que se encuentra enredado desde hace décadas el lenguaje del audiovisual (incluyo aquí, como siempre, cine, televisión/streaming y videojuegos). El Superman de Gunn en 2025 no es ni puede ser el Superman de Donner en 1978, lo cual no es bueno ni malo en sí mismo considerado; sencillamente, es lo que es: el signo de los tiempos.
El Superman de Gunn –el cual, posiblemente, será conocido así a partir de ahora– es una obra tan atractiva como desigual: buenas ideas de guion se alternan con apuntes de brocha gorda a nivel de puesta en imágenes, su punto, a mi entender, más decepcionante. A falta de haber visto toda su filmografía, esa misma es la impresión que me merece su trilogía sobre los Guardianes de la Galaxia “marvelitas” (2014-2017-2023) (1) y su versión –para mi gusto, inferior a la de David Ayer– de El Escuadrón Suicida (The Suicide Squad, 2021). Pero, entre lo bueno, destaca desde el principio su propósito de “saltarse” episodios de la vida de Superman que todos los lectores de DC Cómics o, sencillamente, quienes recuerden la película de Donner, conocen de sobras (o deberían) a estas alturas: la destrucción de Krypton, el planeta de origen de Kal-El/Superman; el sacrificio de sus padres, Jor-El y Lara –aquí a cargo de Bradley Cooper y Angela Sarafyan–, enviándolo a la Tierra en una cápsula espacial; su adopción a cargo de una pareja de granjeros de Smallville, Kansas, Jonathan y Martha Kent –aquí Pruitt Taylor Vince y Neva Howell–; y, una vez llegado a adulto, el inicio de su labor como reportero en la imaginaria ciudad de Metrópolis para el Planet bajo la identidad secreta de Clark Kent, donde conocerá y se enamorará de Lois Lane. La película de Gunn se ahorra todos estos prolegómenos y arranca in media res: primero, con una serie de mordaces rótulos que resumen, de tres en tres (siglos, años, meses, días, minutos), todo lo que antecede a, segundo, la espectacular imagen de un Superman, temporalmente derrotado por un misterioso rival con armadura conocido como El Martillo de Boravia (sic), estrellándose contra el paisaje nevado de la Antártida, y sangrando por la boca (imagen insólita).
Es decir: entramos directamente en la acción, con un Superman que hace ya tres años que se reveló a los ojos del mundo como superhéroe, y que lleva tiempo manteniendo una relación sentimental con Lois, a la que visita con frecuencia en su apartamento, y que ambos llevan en secreto. La relación de pareja de Superman y Lois ya estaba mostrada explícitamente en Batman v Superman: El amanecer de la Justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice, 2016, Snyder) (2), compartiendo apartamento y bañera, o en la serie Superman y Lois (Superman & Lois, 2021-2024) (3), que los presentaba casados y padres de dos hijos adolescentes, pero en el Superman de Gunn el dibujo de su relación tiene una mayor complejidad. Ya he mencionado la secuencia de la entrevista que Lois le hace a Superman, uno de los mejores momentos del film: la primera interroga al segundo de manera profesional, objetiva, como si no le conociera personalmente, en el curso de una entrevista que no tarda en degenerar en discusión entre la pareja (digámoslo ya: David Corenswet y Rachel Brosnahan están excelentes), principalmente porque Lois se erige, acaso sin pretenderlo, en la voz de la conciencia de Superman, su particular Pepito Grillo. Lois le echa en cara a Superman que haya intervenido motu proprio en el conflicto armado existente entre dos naciones (imaginarias), Boravia –de donde es aparentemente oriundo el mencionado Martillo– y Jarhanpur, tomando partido por esta última, económicamente más pobre que la otra y que a punto ha estado de ser invadida militarmente por Boravia, aliada de los Estados Unidos, usando las armas que le ha proporcionado Lex Luthor a través de la empresa tecnológica de su propiedad. Superman lo tiene muy claro: no ha intervenido en ayuda de los habitantes de Jarhanpur representando a los Estados Unidos, ni ha pedido permiso a las autoridades de Jarhanpur para hacerlo, pero ha decidido actuar por cuenta propia por una razón tan simple como poderosa: “¡porque iba a morir gente!”. Dejando aparte el hecho de que pueda verse el conflicto entre esos dos países y la injerencia de Superman como una representación simbólica de la actual guerra de Ucrania o del genocidio del pueblo palestino por parte de Israel con la colaboración y aquiescencia del actual mandatario de Norteamérica (quien se retrató a sí mismo como el Hombre de Acero aprovechando el estreno de la película de Gunn el pasado 11 de julio, en una imagen de mierda ampliamente difundida), el film de Gunn pone el dedo en la llaga al cuestionar la posición de Superman en el mundo actual, a quien muchos ven como un migrante “ilegal” (de esos que ponen tan nerviosos a otros muchos fascistas y neonazis de mierda), ¡y encima extraterrestre!, sin tener en cuenta que en realidad es un idealista cuya pureza, literalmente, no es de este mundo. ¿Hace falta volver a recordar, en el Superman de Donner, cuando, entrevistado por Lois, el superhéroe proclamaba aquello de “nunca miento”?
Si bien ya en el Superman Returns (ídem, 2006) de Singer (4) se incidía sobremanera en la vulnerabilidad del superhéroe, no solo por la presencia debilitadora de la “kryptonita” como por el descubrimiento de su ignorada paternidad del hijo de Lois, y tanto en El Hombre de Acero (Man of Steel, 2013, Snyder) (5) como en Batman v Superman se planteaba un conflicto en torno a su condición de alienígena apátrida, es en el Superman de Gunn donde ese dilema está mejor planteado y resuelto. Luthor y sus peligrosos secuaces –Ultraman y La Ingeniera (María Gabriela de Faría)– irrumpen en la Fortaleza de la Soledad y encuentran un valioso hallazgo: una grabación incompleta de los padres biológicos de Superman que el protagonista escucha frecuentemente para relajarse, pero que, una vez analizada y completada por Luthor con la ayuda de la mencionada Ingeniera, nos descubre que Jor-El le recomendaba a su hijo que usara sus poderes para imponerse como soberano del planeta Tierra porque los terrícolas eran, son, criaturas excesivamente simples e inferiores a él. Una dura revelación que choca de frente con los nobles ideales altruistas del protagonista, lo cual le hace reflexionar sobre la condición humana y sobre su propia humanidad. En las escenas finales, volvemos a ver a Superman en la Fortaleza, descansando en una camilla y solicitando a los robots que se encargan de cuidarle que le pongan la grabación de sus padres: lo que aparece en las pantallas ya no es el discurso incompleto de Jor-El y Lara, sino imágenes de la infancia y adolescencia de Superman, de Clark, en Smallville junto a sus padres adoptivos, los Kent, sus auténticos padres.
Como ya ocurría en los tres Guardianes de la Galaxia y en El Escuadrón Suicida, no faltan en el Superman de Gunn buenas ideas visuales. Mención especial merece el curioso “universo de bolsillo” que ha creado Luthor, a donde va a parar el Hombre de Acero tras ser capturado por el villano, quien le recluye dentro de una jaula de cristal en forma de cubo que comparte con el Metamorfo (Anthony Carrigan), otro metahumano como él obligado a custodiar a Superman con la ayuda de una mano que puede convertir a voluntad en “kryptonita”. Anotemos, asimismo, la insólita imagen de ver a Superman arrastrado por una especie de río volcánico de datos informáticos (no sé describirlo mejor), luchando por mantenerse a flote cuando acude a rescatar al pequeño hijo del Metamorfo. Todo esto estaría muy bien si no fuera porque, salvo esas excepciones, la puesta en imágenes de Gunn vuelve a ser tan fea y tosca como la de sus anteriores trabajos “superheroicos”. Gunn no es un creador de formas; sin apartarnos de la temática del superhombre, carece de la elegancia de Donner y Singer, y su sentido del lenguaje del cómic trasladado al cine no tiene la energía de Snyder, en particular el de La Liga de la Justicia de Zack Snyder (Zack Snyder’s Justice League, 2021), la mejor película de superhéroes del cómic realizada hasta la fecha (6). El Superman de Gunn vuelve a hacer gala de la notable fealdad visual habitual en este director, únicamente paliada por los fabulosos medios técnicos que exhibe.
Por otra parte, su característico sentido del humor sigue siendo de brocha gorda. Los metahumanos organizados por Luthor pero que al final se ponen del lado del protagonista, el Linterna Verde de ridículo corte de pelo Guy Gardner (Nathan Fillion), Hawkgirl (Isabela Merced) y Mr. Terrific (Edi Gathegi), son caricaturas relativamente graciosas, dejando aparte la buena labor de los intérpretes y el relieve que adquiere el mencionado Mr. Terrific en el tercio final del relato. En cuanto a los elementos cómicos más (incomprensiblemente) celebrados, la gratuita aparición de una Kara Zor-El (Milly Alcock) borracha como una cuba –anunciando su papel protagonista en la nueva entrega del universo cinematográfico de DC Cómics prevista para el año que viene: Supergirl: Woman of Tomorrow (Craig Gillespie, 2026)–, y sobre todo, el insufrible súper perro Krypto haciendo las inevitables perrerías –que también aparezca en los cómics originales no es excusa para incluir semejante bobada: podrían habérselo ahorrado–, están a punto de estropear una película, a pesar de todo, bastante interesante, pero que, aunque logra evitarla, por momentos se aproxima peligrosamente a la payasada.
(1) Guardianes de la Galaxia: https://elcineseguntfv.blogspot.com/2014/08/cacharros-veraniegos-los-mercenarios-3.html
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Guardianes de la Galaxia: Vol. 2: https://elcineseguntfv.blogspot.com/2017/05/cuestion-de-ego-guardianes-de-la.html
(2) Batman v Superman: El amanecer de
la Justicia: https://elcineseguntfv.blogspot.com/2016/03/el-triunfo-del-murcielago-batman-v.html
(3) Comenté el episodio piloto de la misma
en Dirigido por…: https://elcineseguntfv.blogspot.com/2021/02/dirigido-por-marzo-2021-la-venta.html
(4) Véase mi comentario en el pasado
número de Dirigido por…: https://elcineseguntfv.blogspot.com/2025/06/dirigido-por-julio-agosto-2025-la-venta.html
(5) El Hombre de Acero: https://elcineseguntfv.blogspot.com/2013/06/forastero-en-tierra-extrana-el-hombre.html
(6) La Liga de la Justicia de Zack
Snyder: https://elcineseguntfv.blogspot.com/search?q=La+Liga+de+la+Justicia+de+Zack+Snyder