Misión: imposible. Protocolo Fantasma (Mission: Impossible – Ghost Protocol, 2011), de Brad Bird, es el film de portada del núm. 319 de Imágenes de Actualidad, el cual también incluye extensos reportajes de otros muchos títulos que estas navidades intentarán “animar” la asistencia al cine en un país, el nuestro, donde a este paso la exhibición cinematográfica terminará, si no desapareciendo, por lo menos sí reduciéndose drásticamente.
Con motivo del inminente estreno de la nueva película de David Cronenberg, Un método peligroso (A Dangerous Method, 2011), este mes he dedicado el Cult Movie a evocar un título de los primeros años de este realizador en su Canadá natal, cuando firmaba provocativos films fantásticos que más de uno echamos de menos. Me refiero a Scanners (ídem, 1981): “Al menos entre nosotros, “Scanners” no fue muy bien recibida entre la crítica, y ha estado considerada durante mucho tiempo, demasiado, una de las peores películas de su director. Y si bien es verdad que no está a la altura de sus mejores obras –Cronenberg llegaría mucho más lejos con su inmediatamente posterior “Videodrome”–, no es menos cierto que tampoco se merece, ni de lejos, tanto desprecio. Con todas sus irregularidades, hay en ella muchas más cosas buenas que malas (la mayoría de estas últimas circunscribibles, en su mayoría, al guión, que como hemos explicado estuvo sometido a azares de toda índole), y vista con ojos de hoy se conserva considerablemente atractiva (…) Como muchos de sus mejores títulos, “Scanners” acaba siendo una película muy abstracta, sin aparentarlo a simple vista, o mejor dicho, por encima de su intriga medio policíaca y de su sumisión a ciertas convenciones que parecen anticipar, a ratos, las de ciertos relatos posteriores de superhéroes (¿conocía Cronenberg al profesor Charles Xavier?). Y lo consigue a base de ir añadiendo abstracción a medida que el relato va creciendo en intensidad, dando por resultado no pocos momentos logrados”.
Además de diversos textos estrictamente periodístico-informativos, también firmo este mes el reportaje de una película que se estrena este mes de diciembre y que he tenido la ocasión de ver recientemente: el impresionante nuevo trabajo del realizador sueco Tomas Alfredson El topo (Tinker, Taylor, Soldier, Spy, 2011), que adapta la famosa novela homónima de John le Carré: “Hay que darle la razón a Alfredson en cuanto ha conseguido que “El topo” tenga poco o nada que ver con la prestigiosa serie de televisión de 1979: la suya es una película que no tiene absolutamente nada de televisivo, sino que por el contrario es absolutamente cinematográfica. Aún así, “El topo” hace gala de un estilo austero y sombrío que hace pensar, naturalmente, en el anterior film de su director, la magistral y atípica película de vampiros “Déjame entrar”. Salvando todas las distancias temáticas del mundo, “El topo” reincide en las virtudes de aquella, empezando por un formidable retrato de personajes (realzado por la labor de un insuperable reparto), los cuales van creciendo y ganando en matices a medida que avanza el relato”. Se trata, en mi opinión, de una obra maestra, que se añade a los grandes trabajos de Peter Weir –Camino a la libertad (The Way Back, 2010)—, Clint Eastwood –Más allá de la vida (Hereafter, 2010)—, Xavier Beauvois –De dioses y hombres (Des hommes et des dieux, 2010)— y Terrence Malick –El árbol de la vida (The Tree of Life, 2011)— que conforman, en el momento de escribir estas líneas, el mejor cine estrenado en España en 2011.
A mí también me gusta mucho 'Scanners', incluso con todas sus irregularidades. Me encanta cómo Cronenberg elabora tramas que, gracias a la puesta en escena, terminan insinuando mucho más de lo que muestran a simple vista. Esa inteligencia, ese querer buscar la participación intelectual y pasional del espectador (lo orgánico y lo psicológico), hace que para mí el canadiense sea uno de los mejores directores del mundo; y no reniego de sus últimas películas, que me parecen muy buenas, una gran muestra de cine de género contagiado por la mano de Cronenberg. Lógicamente, espero 'Un método peligroso'con impaciencia.
ResponderEliminar'Déjame entrar' me gustó, pero no me enamoró. La puesta en escena es muy buena, pero no me terminó de llegar. Tras decir que 'El topo' es una de las mejores del año para ti, me han entrado muchas ganas de verla. En cuanto a lo mejor del año: la de Eastwood y la de Malick sin duda, sumando también la de Weir y la de Farhadi, así a botepronto.
Un saludo.
Hola, Luissss:
ResponderEliminar¡Se me olvidaba la de Weir! Ahora mismo la añado. No he visto "Nader y Simir, una separación": tomo nota.
Saludos.
Hola a todos!
ResponderEliminarVi "Camino a la libertad" y me gustó, una película magnífica pero de un director que,dada su maestría, pienso que ha hecho cosas mejores.
Tomás, ¿Y Polanski? ¿Anonymous es tan mala como dicen? ya queda poco para tu lista con lo mejor y lo peor (Capitán Trueno?, Isaki Lacuesta?)
Un saludo!
Rafa Tejerina
Hola!
ResponderEliminarMe alegra, TFV, que rescates "Scanners", me gustó en su tiempo y Michael Ironside me parece una garantía en pantalla. Pero sí,coincido contigo de su inicial "etapa de la carne" Videodrome es su obra cumbre. Y no se si has visto su obra maldita "El almuerzo desnudo", que tiene tela.....
"Dejame entrar" me gustó a secas, pero nada más, un guion original pero una puesta en escena algo fría (idem la version americana).
"Camino a la libertad" me parece una película mediocre sin ninguna intensidad dramática y se nota que la copatrocina National Geographic (soberbia fotografía), pero inferior a "Master y Commander" y "El show de Truman" (ésta última y aunque escandalice, me parece su obra cumbre junto con "Picnic...")
Un saludo!
Hola tomas!
ResponderEliminarYa me he comprado imágenes y he visto q¡ue nadie ha hablado de Tintin! A mi me parece que la película merece un comentari (a mi me fascino, pero soy tintinofilo) y si es tuyo mejor que mejor…
A ver si nos dejas ver tu opinión por aqui.
Un abrazo
Iñigo
Me alegra saber que tenemos en Tomas Alfredson a un "grande" cociéndose lentamente. A mí sí me llegó muy adentro "Déjame entrar", incluso sentí la ilusión del olor a serrín en el suelo y a agua clorada de piscina de mi infancia, y mi niño interior se enamoró un poco de Lina Leandersson.
ResponderEliminarNo sé por qué, pero siempre pensé que Cronenberg sería un adaptador perfecto de las vidas de Freud y Jung, o de Kinsey, o de B. F. Skinner, o de alguien así. Me gusta más el Cronenberg psicológico que el orgánico, aunque es arbitrario separarlos sin más.