El núm. 315 de Imágenes de Actualidad, que cubre todo el período estival, viene cargado, como no podía ser menos, con los reportajes de los ya tradicionales blockbusters de verano: Capitán América (Captain America: The First Avenger, 2011, Joe Johnston), que ocupa la portada, Linterna Verde (Green Lantern, 2011, Martin Campbell), Transformers: el lado oscuro de la luna (Transformers: The Dark Side of the Moon, 2011, Michael Bay), Cars 2 (ídem, 2011, John Lasseter y Brad Lewis), Súper 8 (Super 8, 2011, J.J. Abrams), El origen del planeta de los simios (Rise of the Planet of the Apes, 2011, Rupert Wyatt), Conan, el bárbaro (Conan the Barbarian, 2011, Marcus Nispel) y, cómo no, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (2ª parte) (Harry Potter and the Deadly Hallows – Part II, 2011, David Yates).
Un poco a propósito de esta última, he dedicado el Cult Movie de este mes a un film que guarda más de un punto en común con la franquicia basada en las novelas de J.K. Rowling. Me refiero a El secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes, 1985), una producción de Steven Spielberg con guión de Chris Columbus y dirigida por Barry Levinson: “Qué película más agradable es “El secreto de la pirámide”, todavía hoy, y junto con la ya mencionada “Gremlins” y la primera parte de “Regreso al futuro” (Robert Zemeckis, 1985), la mejor y más interesante producción promovida por Spielberg en la época de esplendor de Amblin. Es posible que el hecho de que coincidiera el mismo año con el citado film de Zemeckis contribuyera a restarle público a una película que, por otro lado, también resultaba relativamente atípica y un tanto arriesgada dentro de las producciones Amblin, en su apuesta por un relato ambientado en el pasado (lo cual pocas veces suele atraer al público joven) y centrado en un personaje clásico sobre el cual no se había vuelto a hacer una producción cinematográfica decente desde “Asesinato por decreto” (Bob Clark, 1979)”.
También firmo este mes la crítica de la película de James Wan Insidious (ídem, 2011): “Desde su debut con la sobrevalorada “Saw” (2004), pese a todo probablemente la mejor de todas las entregas de una franquicia que ya va por los siete films (personalmente, no pude seguir más allá del segundo...), James Wan ha demostrado, con mayor o menor acierto, su voluntad de renovar algunas de las convenciones más tradicionales del género fantástico: lo demostró con su mal recibida y a pesar de ello muy atmosférica “Silencio desde el mal” (2007), sombrío relato gótico merecedor de más suerte que la que tuvo y hasta la fecha su mejor trabajo dentro del género, y vuelve a hacerlo, en parte, con “Insidious”, nueva vuelta de tuerca a la temática fantasmal”.
Un poco a propósito de esta última, he dedicado el Cult Movie de este mes a un film que guarda más de un punto en común con la franquicia basada en las novelas de J.K. Rowling. Me refiero a El secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes, 1985), una producción de Steven Spielberg con guión de Chris Columbus y dirigida por Barry Levinson: “Qué película más agradable es “El secreto de la pirámide”, todavía hoy, y junto con la ya mencionada “Gremlins” y la primera parte de “Regreso al futuro” (Robert Zemeckis, 1985), la mejor y más interesante producción promovida por Spielberg en la época de esplendor de Amblin. Es posible que el hecho de que coincidiera el mismo año con el citado film de Zemeckis contribuyera a restarle público a una película que, por otro lado, también resultaba relativamente atípica y un tanto arriesgada dentro de las producciones Amblin, en su apuesta por un relato ambientado en el pasado (lo cual pocas veces suele atraer al público joven) y centrado en un personaje clásico sobre el cual no se había vuelto a hacer una producción cinematográfica decente desde “Asesinato por decreto” (Bob Clark, 1979)”.
También firmo este mes la crítica de la película de James Wan Insidious (ídem, 2011): “Desde su debut con la sobrevalorada “Saw” (2004), pese a todo probablemente la mejor de todas las entregas de una franquicia que ya va por los siete films (personalmente, no pude seguir más allá del segundo...), James Wan ha demostrado, con mayor o menor acierto, su voluntad de renovar algunas de las convenciones más tradicionales del género fantástico: lo demostró con su mal recibida y a pesar de ello muy atmosférica “Silencio desde el mal” (2007), sombrío relato gótico merecedor de más suerte que la que tuvo y hasta la fecha su mejor trabajo dentro del género, y vuelve a hacerlo, en parte, con “Insidious”, nueva vuelta de tuerca a la temática fantasmal”.