Sí, amigos, lo han leído bien: Pedro Almodóvar es el director más importante del cine español de todos los tiempos.
Maticemos. Cuando afirmo esto quiero decir que Pedro Almodóvar es el cineasta español que ha logrado un mayor prestigio a nivel internacional habiendo desarrollado su carrera profesional exclusivamente dentro de la cinematografía española. Ya sé que inmediatamente muchos dirán que el más importante es, claro, Luís Buñuel; pero no es lo mismo: Buñuel hizo películas en España, cierto, pero también muchas en Méjico y Francia; por tanto, su carrera no se circunscribió en exclusiva al cine español. Dicho de otro modo: Buñuel es el director de cine español, o sea, de nacionalidad española, más importante de todos los tiempos, pero el director del cine español más importante de todos los tiempos, es decir, cuya carrera se haya desarrollado dentro de “nuestra” cinematografía, es Almodóvar. Ningún otro cineasta nacional ha conseguido la repercusión mundial que tienen sus films, ni siquiera Luís García Berlanga, Juan Antonio Bardem y Carlos Saura en sus mejores tiempos. Y probablemente así es como Almodóvar pasará a la historia del cine.
Naturalmente, esta consideración se produce con independencia de la opinión que cada cual tenga sobre su cine. Respeto a quien le gusten sus películas, pero a mí particularmente nunca me ha gustado, y lo digo con conocimiento de causa: he visto todos sus diecisiete largometrajes realizados hasta la fecha (aunque admito que desconozco sus cortos), y no me gusta ni uno. Es más: después de haber visto Los abrazos rotos (2009), que me parece tan inane, vacío, absurdo y aburrido como todos sus últimos trabajos (los primeros, aunque eran igual de malos, como mínimo me divertían), me siento tentado de hacer con Almodóvar lo mismo que hace ya casi veinte años hice con Ventura Pons después de haberme tragado ¿Qué te juegas, Mari Pili? / Què t’hi jugues, Mari Pili? (1991): no volver a ver nunca más ninguna de sus películas; promesa “solemne” que, como todos los propósitos de este calibre, seguro que romperé cualquier día de éstos, cosa inevitable cuando uno se dedica a escribir sobre cine. Ahora bien, ¿qué hago yo con Almodóvar? ¿Negarme a ver sus siguientes trabajos? No será por falta de ganas, pues ese fue el primer impulso que tuve cuando acabé de ver Los abrazos rotos. Pero sé que seguiré viendo sus nuevas películas, me gusten o no, porque ahora mismo negarse a ver “un Almodóvar” equivale a negarse a ver “un Martin Scorsese”, “un Arnaud Desplechin” o “un Hou Hsiao-hsien”. Tengo la obligación profesional de seguir viéndolas porque, por mucho que me disgusten, las películas de Almodóvar son un referente del cine contemporáneo (por más que pueda discutir el valor de semejante referencia) y, ahora mismo, el patrón por el cual se mide la percepción internacional de, si no todo, por lo menos buena parte del actual cine español. Allende nuestras fronteras, hablar de cine español es hablar de Almodóvar. El “cineasta manchego”, como suele llamársele, se ha convertido no ahora, hace tiempo, en una franquicia, una marca comercial, un signo distintivo made in Spain; algo que, con franqueza, no recuerdo que se produjese nunca en el pasado con Berlanga, Bardem o Saura, por más que a este último no le faltase cierto predicamento internacional, sobre todo en Francia. El adjetivo “almodovariano(a)” forma parte desde hace años del, digamos, vocabulario internacional de la crítica de cine. ¿Qué puedo hacer, salvo manifestar mi microscópica discrepancia de hormiga ante semejante mamut idolatrado por la mayoría? Nada; ni lo pretendo; es más, con estas líneas contribuyo indirectamente a la fama de Almodóvar, me convierto yo mismo en el necio que se conjura contra el genio, aun siendo consciente de que mañana mismo puedo morirme y pasado mañana ya estaré olvidado (excepto, creo, entre mis seres queridos: ésa es la única “inmortalidad” a la que puedo, y quiero, aspirar), pero probablemente dentro de cincuenta años todavía se hablará del cine de Pedro Almodóvar, el director más importante del cine español de todos los tiempos, o como se dirá entonces, el más importante de cincuenta años atrás.
Tampoco entiendo por qué descartas que te pueda llegar a gustar algún día. Para mí, hay una diferencia abismal entre Los abrazos rotos y Volver, entre La mala educación y Hable con ella. Son películas muy diferentes por mucho que respondan a los habituales tics del director.
ResponderEliminarBuenos días, Miguel. Me alegro de verte por aquí.
ResponderEliminarHombre, descartar, lo que se dice descartar, no descarto que algún día Almodóvar haga alguna película que me guste. Mas lo cierto es que tampoco es tan raro que después de no una, ni dos, ni tres, ni diez, sino diecisiete oportunidades, como mínimo me sienta un poco escéptico al respecto. Comprendo que todas sus películas no son exactamente iguales entre sí, pues está claro que ha habido una evolución en su carrera; pero, aún admitiendo dicha progresión, e incluso las cualidades intrínsecas que tengan o puedan tener sus films vistos cada uno por separado, lo cierto es que ninguno de ellos ha logrado interesarme nunca. Como siempre, el tiempo lo dirá.
Un saludo,
Tomás.
*Detesto absolutamente a Pedro Almodóvar, para mí sólo se salva "¿Qué he hecho yo para merecer esto?". Me parece vacío, sólo se ha preocupado de crear una "estética de colorines" que me horroriza, y sus personajes no tienen ninguna profundidad psicológica.
ResponderEliminarSaludos Tomás.
Alicia
Es exactamente lo que siempre pensé del cine de Buñuel: la nadería convertida en arte
EliminarDe hecho, Tomás, hablar de "un Hou" sería lo correcto. En los nombres chinos, la primera palabra es lo que para nosotros sería el apellido. O sea que diciendo "un Hsiao-hsien" es cuando estás hablando como si te tomaras un café con él todas las tardes...
ResponderEliminarLo sé, es complicado cambiar el chip, pero tenemos que ir acostumbrándos a estas sutilezas! :)
*Como soy chica...¿me contestará alguien? O ignorarán absolutamente mis comentarios (ya que una chica sólo importa que esté buena o no)
ResponderEliminarSaludos. Alicia.
Buenos días a todos (y a todas):
ResponderEliminarNi que decir tiene que aquí no se discrimina a nadie, Alicia, así que allá voy. Como ya indicaba en la entrada, lo cierto es que los primeros Almodóvar, aún sin gustarme, como mínimo me divertían; creo, incluso, que en esos primeros años Almodóvar aportó al cine español cierta frescura insólita para la época, pero pienso que su cine se fue al garete cuando empezó a creerse (o le hicieron creer) que era un gran autor.
Tomo nota, Tonio, del tema de los nombres orientales; estaba convencido de que los nombres compuestos chinos eran apellidos y no nombres de pila, como supongo que debe ocurrir también con los coreanos (cf. Park Chan-wook, en realidad, debe ser, desde un punto de vista "occidental", Chan-wook Park, primero nombre de pila y luego apellido... ¿o no? Creo que ya me he hecho un lío). Sé, también, que los japoneses se nombran a sí mismos primero por el apellido y luego por el nombre de pila (cf. Kurosawa Akira), que luego invierten cuando "salen" a Occidente. En fin, si alguien está más ducho en este asunto, este es el lugar para aclarárnoslo a todos.
Un abrazo,
Tomás.
Se agradece :)
ResponderEliminarEn el caso de los nombres japoneses es tal como tú has dicho, Tomás, aunque no tengo ni idea de cómo se hace en el resto de Asia.
ResponderEliminarA mí el cine de Almodóvar tampoco me dice nada. Su cine no me parece malo, pero no conecto con él, no le veo nada de genial. Pero no cabe duda de que es un cineasta muy personal, diferente, y eso siempre llama la atención.
A pesar de eso, creo que su importancia es innegable, y que puede que no sea el mejor director español de todos los tiempos, pero sí que es, hasta el momento, el director de cine español más importante de todos los tiempos. ¿Le robará algún día el puesto Amenábar? Desde luego, si alguien tiene opciones a hacerlo es el chileno, pero eso es algo que no podremos ver hasta dentro de dos décadas.
Saludos.
Iván Blanco Martín.
En efecto, Tonio está en lo cierto: Mao Zedong, Yao Ming o Zhang Yimou serían respectivamente sr. Mao, sr. Yao y sr. Zhang ya que van escritos con el apellido primero y el nombre de pila después. Para mas información: http://en.wikipedia.org/wiki/Chinese_name
ResponderEliminarSin animo de meterme donde no me llaman, le recomiendo Tomás que actualice las entradas para corregir este tipo de errores usando la nomenclatura propia de los blogs: tache el fragmento incorrecto (hay una etiqueta para ello) y añada si procede la corrección a continuación.
wen hao,
j. holich
Para mi el cine de Almodóvar debe ir siempre acompañado de un poco de azúcar (como en la canción de Mary Poppins) porque sino... que no pasa, oiga!
ResponderEliminarCoincido contigo en que la frescura que tenían sus primeros trabajos (que era como la cutrez elevada a la categoría de arte) ha desaparecido por completo y hoy dia sus películas parecen más propias de un esteta de la imagen que de un cineasta provocador. A lo mejor es la edad, pero ¿qué queda del Almodovar de McNamara?
Quizá el cine español necesitaba de un símbolo que poder presentar a nivel internacional y entre el mundo viejuno de Garci y la pedantería colorista de Almodóvar le pareció más apropiado lo segundo (que además en Francia luce mucho más y ya se sabe que para el cine español lo que se diga en Francia cuenta mucho).
PD: saludos Alicia! :P
Saludos, querido Darkhalf :)
ResponderEliminarTe sigo.
Lo del cine de Almodovar es un claro ejemplo de "vampirización" de la infame política de autores llevada a cabo por los chicos de "Cahiers du Cinema". Y como los franceses son auténticos maestros a la hora de ensalzar a la mayor de las vacuidades...pues ya tenemos un autor. Se crea tal a partir de la nada (vistosidad de colores, temáticas fuera de lo habitual..) y "voilá", ya tenemos un autor. De verdad que el caso de Almodovar es de un divismo (por parte de él y de los que lo han entronado) que es verdaderamente crispante. Le sienta fatal el "melo" mal entendido del cine de los 50, que en manos de Almodovar se queda en simple y llanamente telenovelas de las de sobremesa. No todo es tener al mejor director de fotografía, al mejor músico (aunque lo de Alberto Iglesias es otro ejemplo de sobrevaloración), a la actriz efímeramente premiada (injustamente).
ResponderEliminar¡Hola a todos! Me acuerdo de una crítica que José María Latorre escribió sobre una película de Almodóvar. No recuerdo cuál era pero, ¿importa de verdad? Lo que de verdad importa es que Latorre, en mi opinión, definió el cine de Almodóvar en una palabra que repitió dos veces a lo largo de la crítica, "vomitivo". He visto pocas películas de este señor pero todas parecen coincidir en una cosa: que el que las ha escrito y dirigido tiene un concepto de la vida y del cine muy, pero que muy idiota.
ResponderEliminarDespués de verte diecisiete largometrajes suyos, y haber llegado siempre a la misma conclusión, Tomás, yo te recomendaría que no vieses ni uno más. Haces bien en confiar en tus seres queridos para asegurar tu recuerdo después de irte de esta vida: acuérdate de lo que dice Tomás Moro/Paul Scofield en Un hombre para la eternidad cuando Richard Rich/John Hurt le pregunta por quién le apreciará si se dedica a maestro. Moro le replica "Tus alumnos, tu familia, tus amigos, Dios...no es mal público ese". Porque la obra de Robert Bolt, al contrario que la de Almodóvar, no es vomitiva.
ENHORABUENA POR EL NUEVO BLOG.
ResponderEliminarsolo una pequeña critica: el encontrarse siempre al entrar con esa ¿pintura? de Marilyn. Da como yuyu... Y tener que bajar 1 pagina para ver si hay articulo nuevo es un tanto molesto.
por cierto, es mejor la fuente de letra mas pequeña de las ultimas entradas a la de Torino. Aunque, ya puestos, la separacion de parrafos (dejar linea en blanco tras los puntos y aparte) quizas haria mas agradable la lectura de los textos, no crees?
saludso y felicidades de nuevo!
Hola Tomàs:
ResponderEliminarA diferencia de lo que dices, el cine de Almodóvar, presumo, envejecerá mal. No creo que dentro de 50 años la mayor parte de sus películas hayan superado el paso del tiempo, aquella "vara invisible" que dictamina si estamos o no ante un clásico. En cambio, por ejemplo, esas películas que siempre citamos de Berlanga pasarán 200 años y seguirán ganando fuerza y prestancia en numerosas generaciones. Simplemente eso se debe a que Almodóvar trabaja desde el puro artificio creativo, a través de crear imágenes de otras películas/sensaciones/momentos de películas que admira. Sin ir más lejos, "Los abrazos rotos" es un encadenado de películas de Michael Powell, Douglas Sirk, Dario Argento, Brian de Palma, etc. etc. No entiendo cierta laxitud de la crítica "oficial" frente a Almodóvar a la hora de enjuiciar su cine construido a partir de estos referentes, mientras a Brian de Palma se le sigue negando el pan y la sal por procedimientos similares pero con un dato a su favor: al menos este último copia del original (Hitchcock). En cambio, Almodóvar copia de la "fotocopia", esto es, De Palma. Solo un dato al respecto: ese puzzle de imágenes recortadas es clavadita a la idea ya vista en "Femme fatale", que sin ser lo mejor de Brian de Palma demuestra que es un virtuoso de la cámara. Almodóvar no es ningún virtuoso, como tampoco un señor muy original al que, mirando un poco más allá, su cine se ha fundamentado, además de hacer una "collage" de esas secuencias de las películas de sus directores fetiche,en buscar todas las combinaciones posibles entre personas, digamos, con "inclinaciones" sexuales distintas a las que promulga la fe católica (para ponernos exquisitos y no herir susceptibilidades). En eso ha consistido su cine, una combinación de historias de travestis, transexuales, bisexuales, homosexuales... que se ha agotado con "La buena educación" y que Almodóvar tiene que echar mano con "Los abrazos rotos" de DVDteca. Eso sí, cine de "autor" para que los "Barones" de la crítica sigan considerando que Almodóvar es un "gran cineasta". Según mi entender, un "falsamente gran cineasta" que nunca concebirá una obra maestra salvo que borre el nombre de los créditos de algunos de sus directores de cabecera (no es el caso de Fassbinder, pero sí de algunos otros) y ponga el suyo. El márketing hará el resto. En eso, sí que es un genio.
saludos y felicidades por el blog Tomás,
Christian Aguilera
Buenos días a todos:
ResponderEliminarÉxito total de la entrada dedicada a Almodóvar. Si algo está muy claro es que este realizador, guste o no, no deja a nadie indiferente, lo cual confirma lo que decía: que, ahora mismo, es el director del cine español más importante de todos los tiempos (vuelvo a insistir: con absoluta independencia de que guste o no; y ahí cada cual tendrá su propia y respetable opinión).
Aprovecho la ocasión para enmendar errores y, haciendo caso de las sensatas recomendaciones de I-Chan y J. Hollich, paso a corregir la entrada, ya que a fin de cuentas se trataba de hablar de Almodóvar y, sin querer, he provocado que parte de la discusión se fuera por otro lado con la cuestión de los nombres de cineastas orientales, cuando no era mi intención hablar de eso.
Un saludo para todos, y seguimos viéndonos por aquí.
Tomás.
*Será leyéndonos :)
ResponderEliminarUn saludo para todos, y seguimos viéndonos por aquí.
*No nos gusta Flavio Briatore ni Almodóvar.
ResponderEliminarChristian Aguilera, para mí, lo ha dicho todo. No me interesa nada el temario de Almodóvar ni me divierte lo poco que he aguantado de él. Ni Almodóvar ni Amenábar.
ResponderEliminar"Átame" es una copia (mala) de "The collector".
ResponderEliminarYo lo que menos entiendo es que se hable de lo bien que Almodóvar planifica y pone en escena sus guiones, pues a mí me parece lo contrario: que hace eso muy mal.
ResponderEliminarÁlvaro Pita.
Desde luego, tenemos el país que nos merecemos. Señor Valentí, en su crónica no argumenta en ningún momento por qué no le gusta ninguna obra del señor Almodóvar: en ese sentido, podría habérsela ahorrado. Respeto su opinión pero lógicamente no la comparto... lo mismo que usted no compartiría la mía sobre el cine de su amiguito Jose Luis Garci, autor de algunos de los mayores y más sonrojantes bodrios que ha parido el cine español en las últimas dos décadas. Quizás porque coincide con ese tipo de cine nostálgico, impostadamente clásico y viejuno que a usted tanto le gusta y que se aleja de las propuestas almodovarianas. Al menos, Pedro se inspira en los melodramas y noir clásicos para crear sus propuestas y no andar soltando mocos nostálgicos como otros hacen.
ResponderEliminarY, por supuesto, tras su ¿reflexión? (repito: se limita a decir que es el director español más importante pero no argumenta por qué no le gusta NINGUNA de sus películas), aparece la horda de detractores vampíricos dispuestos a tirarse a degüello a la yugular del manchego (no hay más que leer ciertas perlas).
Mal que os pese, Pedro Almodóvar es un cineasta con un sentido visual que para sí quisiera cualquier director español actual, con una inventiva, originalidad y creatividad propias, que lejos de envejecer se hace clásica (no hay más que ver "¿Qué he hecho yo para merecer esto!!", "La ley del deseo", "Mujeres...", "Hable con ella", "La mala educación" o "Volver"). No pocas de sus secuencias se encuentran entre las mejores del cine español de las últimas décadas, a kilómetros de distancia de muchos de sus colegas.
¡Qué mala es la envidia!
Le dejo: siga con sus tópicos mitos momificados (como esa Marilyn que nos ha puesto para darnos la bienvenida) y deje que aquellos que no nos ahogamos en nostalgias y en el sempiterno clasicismo tengamos los nuestros.
A mi Almodovar me aburre poderosamente. Creo entender que tiene cierta habilidad visual y cierta capacidad a la hora de describir a ciertos personajes, pero decir que es un cineasta sobravalorado hasta la angustia es quedarse corto...
ResponderEliminar*Desconocía absolutamente que Garci fuera "su amiguito" Sr. Valentí. Si tengo que elegir entre Almodóvar y Garci me quedo con Almodóvar. Al menos, ha "modernizado" algunas mentes en este país, cosa que Jose Luis Garci no ha hecho ya que su cine huele a naftalina y carcundia.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Tomas:
ResponderEliminarVaya, hacer una crítica así hoy a Almodóvar es toda una lección de valentia pq como has podido comprobar mucha gente se te ha echado encima. Yo ni soy un incondicional ni tampoco le odio, pienso q está sobrevalorado como tantos otros cineastas y q no todo lo q toca lo convierte en oro, pq hay q estar muy ciego para negarse a la evidencia de que "Los abrazos rotos" es un trabajo muy mediocre, q comparado a su anterior trabajo, "Volver", queda a la altura del betún.
Me gusta este blog, lo seguiré muy de cerca.
Con un par!!!.
Saludos
Para Rafa Morata (y sín ánimo de crear enemigos ni tediosos combates): Es lícito el defender a un cineasta y por lo tanto es bastante entendible que "ataques" a nuestro amigo Valentí indicando que no ha descrito para nada los motivos por los cuales no le gusta el cine de Manchego. Es cierto. Pero tú tampoco has descrito los motivos por los cuales "sí" te gusta su cine atendiendo sólo a motivos de originalidad y creatividad, términos estos muy subjetivos y por lo tanto dados tanto a la sobrevaloración como la infravaloración.
ResponderEliminarEn cuanto a las "horda de detractores vampíricos", decir que, el Manchego se presta a ello, debido a su (en mi opinión) sobrevaloración absoluta y que a través de los medios y sobretodo, la politización del mísmo por intereses extra-cinematográficos ha provocado un rechazo mayor que el que en verdad se merece, que es la indiferencia.
Para terminar, si quieres, te describo porqué no me gusta su cine, ofreciéndote datos expecíficos sobre ello. El primer cine de Almodovar es cuánto menos fresco lo cual no quiere decir nada bueno, simplemente era un cine que trataba de temas que en su contexto, se salían de los tópicos del cine de entonces, lo cual no quiere decir que sea bueno, insisto. Su forma de dirigir era chapuzera y sus guiones de tan zafios resultaban, por eso, extravagantes. Cuando algo se exagera tanto, por fuerza tiene que caer simpático (o te ries ante tal despropósito o lo odias). en cuanto su cine actual (el pero con diferencia) su ego se magnificó debido a los "cahieristas" y se creyó un autor. De ahí viene ese giro a lo melodramático mal entendido y sus planos supuestamente "artísticos" (no nos olvidemos que Almodovar cuenta con los mejores directores de fotografía) que sólo empatan a los que se quedan con "qué bonita fotografia", "qué colorines más llamativos"...y no ven que detrás de la estética debe de haber un trabajo de cámara (contar con imagenes más allá del guión) que en Almodovar no veo en absoluto. Incluso los que apoyan a Almodovar están de acuerdo en que es el mejor guionista y creador de personajes femeninos (si sólo está él) del cine español, pero como director no es muy bueno.
Bueno, creo que lo dejo aquí, porque me he extendido demasiado y repito lo que dije al comienzo, espero no ofender a nadie y que mi opinión es sólo eso, una opinión.
Entiendo que pertenezco a esa "horda de detractores vampíricos dispuestos a tirarse a degüello a la yugular del manchego". Tomás se basta y sobre para replicar el escrito de Rafa Morata, pero al sentirme, como otros, un tanto aludido, preferiría responder.
ResponderEliminarHasta donde puedo alcanzar, José Luis Garci no es amiguito de Tomàs y siempre se cae la bipolarización. O Amenábar o Almodóvar. O Truffaut o Godard. Una reducción al absurdo querer atacar a alguien porque no le gusta ninguna de las películas de Almodóvar diciendo que, claro, lo que le va es el cine de Garci, que vendría a ser su "opuesto".
Decir que "Pedro Almodóvar es un cineasta con un sentido visual que para sí quisiera cualquier director español actual, con una inventiva, originalidad y creatividad propias, que lejos de envejecer se hace clásica (no hay más que ver "¿Qué he hecho yo para merecer esto!!", "La ley del deseo", "Mujeres...", "Hable con ella", "La mala educación" o "Volver")" pues será la opinión del Sr.Rafa Morata. Efectivamente, no hay más que ver "La mala educación" para darse cuenta que si esa película va para clásico, estamos, muy, pero que muy mal en el cine español. Mi post iba en el sentido que el cine de Almodóvar envejecerá mal argumentando el porqué. En cambio, el Sr. Morata, preso de un "ataque de nervios" (incluso le molesta ver a la Monroe en traje de baño... quizás mejor Rossy de Palma, no?), se libra a un augurio que, de una tacada, que cinco de sus películas ya pueden considerarse clásicos. Ya puestos, "Pepi Lucy y Boom..." aguarda que el American Film Institute la escoja como una de "las obras maestras ocultas" del cine español. Desde la desmesura no se pueden defender ciertas cosas salvo que se caiga en el ridículo. Me parece espléndido y lo celebro que el Sr. Morata le encante el cine de Almodóvar, pero convendrá que sea legítimo que su cine sea expuesto a debate sin que el latiguillo de la "envidia" aflore. Pueril justificación para los aduladores de su cine.
un saludo con el mayor de los respetos,
Christian Aguilera
salduos
perdón, 7 títulos contabilizo cuya inventiva visual... se hace clásica. Me lo expliquen ¿La originalidad se hace clásica o es que van para clásicos?
ResponderEliminarsaludos,
Christian Aguilera
Señor Aguilera...
ResponderEliminarDespués de leer su respuesta a mis consideraciones, permítame decirle que cualquier tipo de desmesura que vea en ellas, quedan reducidas a la nada cuando con la mayor superficialidad (y casi, también, diría homofobia), resume el cine de Almodóvar muy alegremente con esto: "En eso ha consistido su cine, una combinación de historias de travestis, transexuales, bisexuales, homosexuales...". Como comprenderá, con semejante análisis (bastante derechón le ha quedado, además) huelga cualquier tipo de respuesta o justificación sobre mi admiración hacia el cineasta Pedro Almodóvar. Es imposible debatir con un análisis tan deslumbrante y profundo como el suyo.
Con el mayor de los respetos, ¿eh?
Señor Morata:
ResponderEliminarLo suyo son los tópicos: primero apela a la "envidia" y luego a la "homofobia". Constato una realidad de su cine; eso es una constante en su cine. Si ud. no lo que viere, perfecto. Eso sí, ninguna argumentación desde el plano cinematográfico (siendo este un blog de cine) porque lo único que quiere leer es lo que le interesa y, además entre líneas cuando he sido escrupuloso a la hora de referirme a personas no heterosexuales que se dan citan en el cine de Almodóvar.
saludos cordiales,
Christian Aguilera
*Pero queda lo más importante para mí Sr. Valentí, ¿Garci es o no su "amiguito"?
ResponderEliminar*Sería bueno saber de quién son amigos ciertos críticos o no, es importante para sus lectores.
Saludos, Tomás :)
Buenas tardes a todos:
ResponderEliminarVeo que la cosa se está "calentando", a mi entender innecesariamente, habida cuenta de que en ningún momento se ha atacado a nadie, sino que simplemente me he limitado a exponer una discrepancia personal: que a mí no me gusta el cine de Pedro Almodóvar, con absoluta y total independencia de que, hoy por hoy y pese a quien pese (yo incluido), es el máximo referente cinematográfico español a nivel internacional.
En primer lugar, amigos, ruego que no entreis en el juego de las descalificaciones personales, habida cuenta de que Rafa Morata simplemente se ha limitado a expresar su opinión; agradezco los intentos de, por así decirlo, "defenderme", pero tampoco los considero necesarios, habida cuenta de que, estoy convencido, no hay en la opinión de Rafa ninguna inquina personal, sino tan sólo un deseo de que le aclare algunas cosas, cosa que hago a continuación con mucho gusto.
Evidentemente, Rafa, no argumento en mi entrada por qué no me gusta Almodóvar de manera pormenorizada porque mi propósito no era efectuar una crítica detallada a su cine, sino limitarme a señalar de manera general algo que me parece indiscutible a estas alturas: que Almodóvar es el cineasta español más importante de la actualidad CON INDEPENDENCIA DE QUE SU CINE GUSTE O NO A NIVEL PARTICULAR. Ese era el único propósito de mi comentario, y no otro: hacerme eco de un fenómeno; por otro lado, si tuviese que empezar ahora a explicar por qué no me gustan los 17 largometrajes de Almodóvar, necesitaríamos otro blog sólo para abordar el tema (amén del tiempo que tendría que emplear para, horror, volver a ver sus 17 películas, cosa que, con franqueza, en estos momentos no me apetece en absoluto...).
No comprendo la insólita alusión a mis supuestas simpatías hacía el cine de José Luís Garci (sic), habida cuenta de que, si el de Almodóvar ya me aburre, el de Garci me deja directamente catatónico (sobre todo, sus trabajos de estos últimos años); dan fe de ello mis reseñas en "Dirigido por..." de "Canción de cuna" y "El abuelo", que hasta el propio Garci debe tener guardadas en su lista negra, suponiendo, claro está, que tenga una "lista negra" y/o que se tome la molestia de leer lo que se escribe de él en "Dirigido por...", donde, por cierto, empezó como colaborador. Tampoco comprendo que el hecho de que no me guste Almodóvar signifique, automáticamente, que me guste Garci o cualquier otro director, y viceversa. Dicho sea de paso, no tengo nada personal contra Garci, ni siquiera contra Almodóvar; sencillamente, no me gustan sus películas.
¿Qué un buen puñado de lectores del blog se han "unido", aparentemente, contra Almodóvar? En primer lugar, eso es una pura casualidad: estoy convencido de que debe haber miles y miles de personas que les gusta Almodóvar; si no, no sería como es, vuelvo a insistir, el cineasta del cine español más importante de todos los tiempos a nivel internacional. Además, en segundo lugar, estoy firmemente convencido de que, se diga lo que diga en este blog, el prestigio mundial de Almodóvar no menguará ni un ápice; ya lo he dicho en mi comentario: la mía es la opinión de una hormiga sobre un mamut; y, de la misma manera que todos los muchísimos admiradores de Almodóvar en todo el mundo tienen todo el derecho a proclamar las excelencias de este realizador, yo también lo tengo a discrepar. Ni más ni menos.
Por favor, Rafa, no pienses ni mucho menos que esto es un enfrentamiento ni nada por el estilo; por mi parte, simplemente estamos conversando; evidentemente, hablo por mí, no por los demás lectores del blog, que expresan libremente su opinión; no soy amigo de censurar a nadie, y nunca lo haré mientras se mantengan las formas y la buena educación. Vuelvo a insistir en que las opiniones de cada cual se merecen todo el respeto del mundo, y que el valor de las mismas no se mide por la furia con las que se pronuncian, sino con los argumentos que las sostienen.
Un cordial saludo,
Tomás.
¿Pero quién determina cuáles son o no "buenos argumentos"? ¿Un "Dios universal"?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPor cierto, al menos en "Dirigido", desde el año 2000 Tomás Fernández Valentí no ha hecho ninguna crítica de las películas de Garci.
ResponderEliminar*Ésa es una buena pista, Tomás Serrano.
ResponderEliminarSaludos.
Ay Tomas... menudo off-topic se ha generado en esta entrada con lo del "amiguito de Garci".
ResponderEliminarA mi después de tanta controversia lo único que me ha quedado claro es que Almodovar no deja a nadie indiferente. O lo amas o lo odias (sus pelis, sus pelis... que todo hay que aclararlo!)
"¿Qué un buen puñado de lectores del blog se han "unido", aparentemente, contra Almodóvar?"
ResponderEliminarCITA SACADA DE UNA RESPUESTA DEL SEÑOR TOMÁS FERNÁNDEZ VALENTÍ.
*Señor Valentí no me parecede adecuado que "insinúe" que nos hemos unido (luego puesto de acuerdo en un tema) cuando cada uno da su oponión libremente.
Hola, Alicia, o Sra. Vidal-Álvaro:
ResponderEliminarYo no lo insinúo, esa es la impresión que ha sacado Rafa cuando ha mencionado lo de los "detractores vampíricos". Ten en cuenta que he escrito "unido" entre comillas, y además luego he añadido "aparentemente", pero refiriéndome a la impresión del amigo Morata, la cual, desde luego, no es la mía.
Bueno, lo dejamos aquí por hoy, porque mi amigo Garci me está esperando para ir a cenar (je, je).
Un abrazo para todos, y buenas noches.
Tomás.
Hola, Tomás, Señor o caballero, que les siente bien la cena (¿se está "arrepintiendo" ya de tener blog? medítelo durante la cena) :)
ResponderEliminar*A mí me ha dicho no diré un "pajarito" sino un "pajarraco" que sí son amigos...
ResponderEliminarNo me cabe la menor duda, Tomàs: este "blog" te va a rejuvenecer; si me permites la osadía, creo que es, precisamente, lo que andabas necesitando: la posibilidad de comunicarte de manera directa con tus lectores.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
PS: el cine de Almodóvar me interesa ocasionalmente (por ejemplo, "La flor de mi secreto" me parece extraordinaria); el de Garci, por lo general, me conmueve sobremanera...; pero esa, ciertamente, es otra historia.
Buenos días, Alicia:
ResponderEliminarNo me arrepiento en absoluto de tener blog, porque lo cierto es que estoy disfrutando con ello; me temo que son otros los que se arrepienten de que yo lo tenga...
Vuelvo a insistir que no hay la menor relación personal entre el Sr. Garci y yo (es lo más delirante que me han dicho nunca...), y si hay algún "pajarraco" de mal agüero que va por ahí pregonándolo, él sabrá por qué lo hace, ya que a mí me resulta indiferente. Lo que sí que estoy viendo es que, contra todo pronóstico, Garci interesa mucho, ni que sea para despotricar contra él; lo cual quiere decir que, para bien o para mal, tampoco deja a nadie indiferente.
Un abrazo,
Tomás.
Debo manifestar mis disculpas ante el imperdonable desliz de achacar a Tomás cualquier asomo de amistad con Jose Luis Garci o admiración hacia su obra (lo cual, por supuesto, sería totalmente legítimo: faltaría más). Asumo, por tanto, el error sobre todo porque tengo la mala costumbre, dado mi habitual despiste, de confundir a Tomás con Oti (que este sí que es amigo y admirador de Garci: con ello, no he hecho un favor precisamente al autor de este blog ya que la distancia que separa a uno de otro es insalvable). Es lo que tiene escribir comentarios en caliente.
ResponderEliminarSin más, reitero mis disculpas y agradezco a Tomás que se tomara mi comentario con tanta deportividad.
Para terminar, fundamentar las razones (personales -no..., no soy homosexual-, formales, genéricas -soy un amante del melodrama-...) por las cuales me gusta y defiendo el cine de Pedro Almodóvar daría para muchas líneas porque me quedaría en lo superficial y, además, aburriría al personal (Tomás: en España, el mamut es la legión de detractores que tiene y las hormigas quienes lo defendemos. Pasa lo mismo que con Truffaut o Malle en Francia, o Fassbinder en Alemania: constataciones del hecho de que nadie es profeta en su tierra). "La mala educación", la película más hiperbólica de su carrera, es mi favorita: con eso lo digo todo. ¿Por qué? Las respuestas, si interesan a alguien, están en un post de mi blog personal (clicar sobre mi nombre).
Un saludo,
Rafa Morata.
*Bien, me disculpo. Es cierto, es Oti Rodríguez Marchante el amigo de Garci.
ResponderEliminar*Queda limpio tu buen nombre, de todos modos, si en un blog no se discute aburre mucho.
Saludos :)
Buenos días, Rafa:
ResponderEliminarNo hay absolutamente nada que perdonar, ya me extrañaba a mí que hubiese corrido semejante rumor, habida cuenta de que no sólo no conozco a Garci en persona, sino que ni siquiera he asistido nunca a una sola rueda de prensa en la que él estuviera presente, así que estate tranquilo, que no ha pasado absolutamente nada.
La verdad, si a ese "Oti" al que te refieres se trata de Oti Rodríguez Marchante, tampoco tenía la más mínima idea de que él y Garci fuesen amigos (lo cual, si es así, me parece totalmente respetable: cada cual se hace amigo de quien quiere, o de quien puede...).
Y, evidentemente, vuelvo a insistir, respeto totalmente tus opiniones sobre Pedro Almodóvar, reiterando que la intención de mi entrada en el blog únicamente era la de señalar un fenómeno general (su prestigio internacional) y una pequeña discrepancia personal (la mía). Con lo cual, creo que la cuestión queda completa y felizmente zanjada.
¡Ah!, y descuida, que en cuanto pueda echaré un vistazo a tu blog.
Un fuerte abrazo, y pásate por aquí siempre que quieras.
Tomás.
Tras publicar mi último comentario, acabo de ver el tuyo, Alicia, y te respondo lo mismo que a Rafa: estate tranquila, que no hay absolutamente nada que perdonar, todo ha sido un malentendido (asombroso para mí, todo hay que decirlo).
ResponderEliminarLo cierto es que nos hemos divertido todos, y además de manera sana.
Seguimos "viéndonos" por aquí (quede claro que pongo comillas, ergo, hablo en sentido figurado).
Un abrazo,
Tomás.
Hola Tomás:
ResponderEliminarAlmodovar siempre me ha interesado más en la comedia que en el melodrama. Me llama poderosamente la atención su evolución, cómo ha ido dejando de lado la provocación de su primeros films, para regocijarse en su “universo almodovariano”, cómo alguien que se filmó cantando “Suck it to me.”, hizo “Entre tinieblas”, metió un buceador de juguete en la bisectriz de Victoria Abril, fue icono de la contracultura ha llegado a filmar a Caetano Veloso cantando “Currucucú paloma.”
Creo que lo que ha ido ganando en depuración visual lo ha ido perdiendo en frescura y provocación, pero lo que más me llama la atención es la aceptación que tiene en el extranjero porque los detalles de sus películas me parecen muy difíciles de entender fuera de España,( la forma de hablar, determinados toques de humor, vestuario, etc), algo que creo que sucede de forma similar con muchos directores orientales fuera de sus países.
Cambiando de tercio, quisiera decir algo que me parece obvio, pero que creo que parte de la crítica no entiende y es que un buen director es el que dirige bien, y el tener un universo propio y reconocible no hace a un director mejor, porque si es así coloquemos a Mariano Ozores en el lugar que le corresponde.
Saludos.
"Cambiando de tercio, quisiera decir algo que me parece obvio, pero que creo que parte de la crítica no entiende y es que un buen director es el que dirige bien, y el tener un universo propio y reconocible no hace a un director mejor, porque si es así coloquemos a Mariano Ozores en el lugar que le corresponde".
ResponderEliminar*Me parece muy interesante esta aportación de Antonio Doinel, no lo había pensado nunca de ese modo.
Saludos.
Buenos días para Antoine y Alicia:
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo con ese enunciado: para mí también, el buen director es el que dirige bien, y no aquel que simplemente hace gala de un estilo distintivo o de unos temas recurrentes, en virtud de lo cual se lo cataloga de "autor". En efecto, si un director es un autor porque es fiel a una temática y un estilo determinados e invariables, sin duda alguna Mariano Ozores sería un autor. O Tony Scott. O nuestro viejo amigo Michael Bay... ¡Incluso yo, si siempre dijese lo mismo y hablase de lo mismo (y seguramente, confieso, que lo hago...), también sería un autor!
Pero, evidentemente, la cuestión no es así de simple. Hay buenos directores que no están considerados "autores" y hay malos directores que, en cambio, son considerados "autores" en virtud de esas pautas. Naturalmente, todo esto nos mete en un buen lío, porque previamente deberíamos dilucidar qué entendemos por "dirigir bien" (y, a la inversa, qué entendemos por "dirigir mal"), qué es un "estilo distintivo" y por qué es "distintivo" (o qué es, sin ir más lejos, "estilo") y qué son "temas recurrentes" y por qué son "recurrentes" (o, simplemente, qué es un "tema" y qué no lo es...). En definitiva, quizá lo que deberíamos cuestionarnos es qué es un "autor", o si realmente es necesario distinguir a un buen director de entre los malos directores catalogándolo como "autor" (y más teniendo en cuenta que, a la postre, todos los intentos de catalogar, clasificar, separar o dividir la creación artística en clases, modelos, patrones, departamentos o cajones de sastre son por definición etiquetas reductoras, simplistas, cómodas, destinadas a que los críticos, de cine en este caso pero pueden ser de cualquier otra rama artística o cultural, puedan trabajar con más facilidad... sobre todo, si tienen un espacio limitado en un periódico que no está para "fruslerías" como arte, estilo o creatividad).
No hay una respuesta rápida ni sencilla para esta cuestión, y de la misma surgió, precisamente, la famosa "politique des auteurs", cuyas secuelas llegan hasta la actualidad. La "politique des auteurs", al igual que, como dije semanas atrás, la Nouvelle Vague, necesitarían por sí solas no ya un par de entradas en este blog... sino dos blogs enteros para ellas solas.
Una cuestión interesante y compleja.
Un abrazo,
Tomás.
Hola Tomás...
ResponderEliminarA falta de responder a tu comentario en mi blog, te hago aquí uno a propósito de la llamada política de autores.
Hay directores considerados como "hábiles artesanos" (Wyler o Wise, por ejemplo) que han demostrado no pocas veces su, digamos, rebeldía dando muestras de auténtica personalidad: es el caso de los melodramas de Wyler (concretamente, esa joya deslumbrante que es "La heredera" y su final, a mi entender, adelantado a su tiempo... o su empeño tan particular de enmendar la plana a "Esos tres" con la magnífica y valiente "La calumnia"... Y si nos vamos ya a "El coleccionista" podemos comprobar que tras sus imágenes se esconde algo más que un "habil artesano"). En el caso de Wyse, pondría como ejemplo "Odds against tomorrow", de una implacable frialdad parecida a Melville, por ejemplo.
Gustándome como me gusta el cine de autor y defendiéndolo, lo cierto es que admiro a directores como Wyler, Wyse o ese elegante maestro a reivindicar que es Edmund Goldwyn.
Un saludo,
Rafa Morata.
¿No le gusta más Benoit Magimel en vez de Marilyn Señor Valentí?
ResponderEliminarhttp://starophileimages2.free.fr/wallpapers/benoit_magimel_006.jpg
*Es para la cuota "politicamente correcta" :)
Buenas:
ResponderEliminar¡Vaya la que se ha liado con Almodóvar! Yo creo que es un director que o te encanta o le detestas (cinematográficamente) y por eso se montan estos petates cuando se habla de él. Yo, que no le soporto, reconozco no obstante mi simpatía por dos de sus películas: "Mujeres al borde de un ataque de nervios" y "Hable con ella"(esta última me gustó bastante,de hecho). Las demás películas suyas que he visto o me ponen nervioso (la sacralizada "Todo sobre mi madre") o directamente me parecen vomitivas (y que nadie vea nada "homófobo" en ese adjetivo).
Más nervioso me pone aún el tema de autor sí autor no, así que no entro, pero ya que se menciona a los que tienen la culpa de todo(Scott, Bay), se me ha venido una reflexión a la cabeza de estas que se te ocurren de repente,mientras hablas de Almodóvar: si Tony Scott es, en estos momentos y viendo producciones recientes,en mi opinión y la de muchos, un director más solvente que su hermano Ridley, y éste es considerado por casi todos como un autor, ¿en que situación deja esto a Tony? ¿está en mejor forma pero es menos autor? ¿mejor director pero peor autor? ¿ o es que nunca debiéramos haber considerado a Ridley como autor para así no tener que llegar a esta pregunta? que alguien me devuelva el sueño
Saludos!!
Para mí "autor" es "creador". En una película diría que hay muchos "autores": el productor (no nos olvidemos de él), el director, actores, montador, etc. El director, sobre todo en las películas clásicas americanas, depende mucho de los actores. Y por otra parte, como es difícil conocer el autor real de lo que vemos, termino diciendo que lo mejor es decir: Me gustan las películas en las que aparece Fulano como director o las que produce Mengano o en las que interviene Perantana (para que haya cuota y no se moleste Alicia)...
ResponderEliminarClaro que no, era una broma :) "políticamente correcta"
ResponderEliminarComo ha dicho Tomás, el concepto de "autor" o "artesano" puede ser muy relativo, y depende de lo que entienda cada uno como tal.
ResponderEliminarPara mí, un "autor" es aquél cuya obra se dedica a explorar unas obsesiones temáticas y estéticas personales más o menos recurrentes, aunque éstas pueden evolucionar con el paso del tiempo. Lo que diferencia a un "autor" de otro tipo de cineastas es que su obra, aparte del valor que pueda tener cada una de sus películas por separado, tiene un valor añadido considerada como conjunto ya que pone en relieve una manera particular de entender el mundo y el relato cinematográfico.
A veces estas constantes cinematográficas pueden ser apreciables a simple vista y otras hace falta forzar un poco más la mirada para identificarlas. Y es que hay una cierta manía, por parte del público, a considerar como autores a aquellos cineastas que se les distingue fácilmente del resto, como por ejemplo Almodóvar o Tim Burton, que tienen un universo de formas plásticas y temáticas bastante reconocibles, sin embargo otros que a simple vista pueden resultar más impersonales como Amenábar o Fincher son tan autores como los anteriores.
Como ha dicho Tomás Serrano, en gran medida es injusto atribuir los méritos de una película a un único autor, como se suele hacer habitualmente, cuando en realidad los films suelen ser una conjuncion de esfuerzos entre numerosos artistas (el guionista, el productor, los intérpretes, el montador, el director de fotografía, el operador de cámara, el diseñador de producción, el compositor, etc.) sin cuyas aportaciones seguramente el realizador no habría podido llevar la película a buen puerto. No cabe duda de que por mucha habilidad que tenga Kenneth Branagh para planificar una secuencia, sus películas no serían lo mismo si no estuvieran tan maravillosamente musicadas por Patrick Doyle, por poner un ejemplo. Tampoco es casualidad que las mejores películas de Alfred Hitchcock son aquellas en las que colaboró con Saul Bass y Bernard Herrmann. A veces la aportación de estos profesionales a las películas es tan grande que a veces llegan a hacerse más célebres que los directores de las mismas, ahí tenemos por ejemplo el caso de Ray Harryhausen. ¿Acaso no es su nombre y no el de Don Chaffey, el que se cita al hablar siempre de 'Jasón y los argonautas'?
Sin embargo, y a pesar de que las películas no tienen un único autor, el director es el encargado de coordinar los esfuerzos de todos los profesionales que trabajan en una película para enfocarlos en una misma dirección, la correspondiente con su visión personal del relato. Y es precisamente en esa visión (siempre enriquecida por las aportaciones del resto del equipo) donde radica la "autoría" real de una película. Realizando una analogía con el campo de la arquitectura, que es el territorio que mejor conozco, un arquitecto es el que menos hace en la construcción de un edificio, porque él no levanta las paredes ni instala la fontanería, pero si él no se encarga de planear todo el edificio antes de su construcción, si él no se encarga de decidir qué tipo de carpintería es la adecuada y cómo se deben iluminar los espacios, cuánto deben medir los pasillos y cuánto tienen que resistir las vigas el edificio seguramente se vendría abajo.
Pues con un realizador de cine pasa lo mismo: puede que él no haga la fotografía de una película, pero normalmente es él el que decide qué tipo de fotografía es el adecuado para su relato y cómo la quiere: luego es el director de fotografía el encargado de ejecutarla de la mejor manera posible, y como experto podrá aconsejar al director para mejorar su idea inicial, pero en cualquier caso el responsable de tomar las decisiones creativas importantes suelen ser el director o el productor, pero en el caso de éste último las decisiones suelen estar más orientadas a vigilar su inversión que a respetar la coherencia interna de la historia.
Aclarada mi definición personal de "autor" no cabe duda que un cineasta, por ser autor, no es necesariamente mejor que uno que no lo sea. Ya que, aparte de poseer una serie de obsesiones temáticas y estéticas recurrentes, lo primordial es saber narrar historias. Y muchos autores son muy personales pero no tienen mucho talento a la hora de contar un relato. Ahí es donde entra la figura del "artesano", que es alguien que sabe cómo contar historias a pesar de carecer de un universo personal propio. Alguien que no busca ofrecer una visión personal del mundo, pero que sabe qué forma tiene que darle a su película para que ésta llegue al espectador y que sabe extraer de su equipo lo mejor y lograr un cierto equilibrio entre los distintos aspectos de la historia.
A veces se produce la dicotomía de que un artesano pueda hacer mejores películas que un autor, pero las películas de este último resultan más interesantes por cuanto tienen de distintivo con respecto al resto. Por así decirlo, una buena película artesana se disfruta más, emociona más, pero las películas de autor propician debates y flujos de pensamiento más ricos. Por ejemplo, podríamos asegurar que Frank Darabont es mejor director que Brian De Palma, en cuanto a que las películas del primero resultan mucho más equilibradas en todos sus aspectos, mientras que en la obra del segundo la técnica tiende a cobrar más importancia que el libreto o que la dirección de actores. Sin embargo, la filmografía de De Palma, a pesar de su tendencia al exceso y a de que sus películas casi nunca suelen quedar redondas, considerada en conjunto resulta mucho más interesante.
Y ahí podríamos hablar de otro handicap del "cine de autor": como éste impone una sensibilidad determinada muy personal eso dificulta que sus obras sean disfrutables por todo el público, porque o conectas con dicha determinada sensibilidad o no conectas. Es por eso que a los autores muy personales, casi siempre despiertan sentimientos enfrentados, y o se les ama o se les odia. En cambio, una obra de artesanía más impersonal pero narrada con maestría tiene muchas más posibilidades de llegar a todo el mundo. Por eso 'Cadena perpetua' o 'El caballero oscuro' son mucho más populares que 'La joven del agua' y 'La flauta mágica'.
Obviamente, los artistas más grandes son aquellos que, como Hitchcock, son capaces de aunar maestría narrativa con un universo personal. A pesar de que en su época la crítica fuera reticente a considerarlo como autor y empeñarse a etiquetarlo como hábil artesano, una idea que a día de hoy casi nos parece descabellada, pero que en su día era casi un dogma. Lo que demuestra muchas veces el poco ojo clínico que tienen algunos críticos de cine, jajajaja.
PD: Siento haberme enrollado tanto.
¿Y el guionista? ¿No será ese el mayor "autor"? Ya se sabe que un guión malo...
ResponderEliminarUn buen guión en manos de un realizador incompetente no sirve de nada. Como ejemplo podríamos tomar las adaptaciones cinematográficas de textos de Shakespeare: a pesar de que el texto es practicamente el mismo, el resultado no tiene nada que ver. El 'Macbeth' de Orson Welles es una magnífica película, mientras que el 'Macbeth' de Geoffrey Wright es penosa. Lo mismo se puede aplicar con remakes que se mantienen fieles al guión de la obra original. Y un buen realizador es capaz de hacer que de un guión flojo pueda salir una buena película. Y además, un guión puede ser sustancialmente modificado por el trabajo en la sala de montaje.
ResponderEliminarEn definitiva, que un buen guión es importante para tener un buen punto de partida, pero en el mundo del cine un guión no deja de ser un instrumento de trabajo. Si no se le sabe sacar buen partido a través de unas buenas interpretaciones y una buena puesta en escena al final tampoco sirve de gran cosa.
Premonitorio artículo, Tomás. Hoy Almodóvar ha demostrado que se cree todo esto que has escrito y, además, que todo aquel que no vea justo y adecuado su triunfo es el equivalente en la crítica a Federico Jiménez Losantos (literal!!).
ResponderEliminarwww.pedroalmodovar.es "Crónica negra del Festival de Cannes". Sin palabras.
Es su propia y muy respetable opinión.
ResponderEliminarTomás.
A MI GUSTA ALMODÓVAR MUCHO, EL ROJO EN SUS PELICULAS, SUS PERSONAJES EXAJERADOS ENTRE LA REALIDAD Y LO KICH LA TELENOVELA.
ResponderEliminarALMODÓVAR HACE PELÍCULAS IREALMENTE REALES O REALMENTE IREALES.
PAPA VER UNA PELÍCULA SUYA, NO HAY QUE PENSAR QUE TODO PUEDE SER REAL, NO QUE VA ALMODÓVAR NOS LLEVA A SU MUNDO A TRAVÉS DE SUS OJOS. LAS MADRES SUFREN MUCHO, LOS HIJOS ESTÁN TRAUMATIZADOS ES UNA TRAGICOMEDIA CON MOMENTOS NOVELESCOS Y OTROS PATÉTICOS. SACA EL HUMOR HASTA DE LO MALO DE LA VIDA, LAS VECINAS DISFRUTANS CONTANDO LO MALO DE LAS OTRAS, SE ALIVIAN EN SUS DESGRACIAS HACIENDO CHITES CRUELES. EL QUIERE QUE TODO SEA DRAMATICAMENTE PATETICO.
LA LEY DEL DESEO, TACONES LEJANOS, LA FLOR PROMETIDA, SON PELICULAS QUE ME EMOCIONARON, OLVIDANDOME DE SUS EXAJERACIONES Y ROPA CHILLONA
VUELVEN A CASA AL PUEBLO DONDE NACIERON PARA DEJAR ESA VIDA DE CIUDAD INSUFRIBLE.
QUIZAS SUS PELICULAS NO SEAN TAN CRUDAS COMO LAS DE AMENABAR O TAN BONITAS COMO LAS DE BUÑUEL, PERO SUS PELICULAS SON, POP UNDERGROUND,
CON ESCENAS DRAMÁTICAS ALGO EXAJERADAS PERO REALES OLVIDANDONOS DEL DECORADO Y VESTUARIO.
ALMODOVAR ES EL ROJO ESPAÑOL, DRAMATICO Y DE FIESTA, ROJO NACIONAL MANCHEGO.
ALMODOVAR SI ME DIERAS UN PAPEL EN UNA DE TUS NOVELESCAR Y DELIRANTES PELICULAS ME VESTIRÍA ENTERO DE ROJO. ROJO ALMODOVAR Y AMARILLO MIO.